Luego del ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes, altos mandos de la nación islámica anunciaron que la respuesta será contundente. Amir Hatami, comandante en jefe de Irán, aseguró que “cada vez que EE.UU. cometió crímenes contra Irán… ha recibido una respuesta decisiva”. También el jefe del Estado Mayor, Abdolrahim Mousavi, advirtió que las fuerzas iraníes tienen autorización para tomar “cualquier acción” contra tropas estadounidenses.
El portavoz de la Guardia Revolucionaria, Ebrahim Zolfaghari, calificó la agresión como una violación directa del territorio iraní y aseguró que EE.UU. enfrentará “consecuencias graves, lamentables e impredecibles”. Dirigiéndose a Trump, añadió: “Puede que usted empiece esta guerra, ¡pero nosotros seremos quienes la terminaremos!”. Los analistas internacionales destacan el riesgo para las bases militares estadounidenses en Medio Oriente, especialmente en Irak, Jordania y Siria, ante la posibilidad de ataques de milicias aliadas como Kata’ib Hezbolá o los hutíes.
Mientras tanto, el expresidente Trump habló en redes de un “cambio de régimen” en Irán, lo que contradijo a su propio secretario de Defensa, Pete Hegseth, y al vicepresidente J. D. Vance, quienes afirmaron que el objetivo del ataque no era provocar un cambio de gobierno. Elliott Abrams, exenviado de EE.UU. a Irán, opinó que Trump “pudo haber estado bromeando”, aunque la ambigüedad de sus declaraciones generó más tensiones.
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