Más de 63.000 palestinos han muerto desde el inicio de la guerra; organizaciones internacionales denuncian hambruna y ataques contra civiles.
El Ejército israelí declaró este viernes a la ciudad de Gaza como zona de combate, en el marco de una ofensiva militar ampliada que ha generado condena internacional y que afecta a cientos de miles de personas que se refugian en medio de una grave hambruna.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, el número de muertos aumentó a 63.025, con 59 fallecimientos reportados en las últimas 24 horas. Además, se confirmaron cinco muertes por desnutrición, lo que eleva a 322 víctimas —incluidos 121 niños— los fallecidos por hambre desde el inicio de la guerra.
A pesar de la ofensiva, grupos de ayuda humanitaria y una iglesia local anunciaron que permanecerán en la ciudad para asistir a los desplazados y hambrientos.
El primer ministro Benjamin Netanyahu sostuvo que la operación busca destruir las capacidades de Hamás y evitar que se repitan ataques como el del 7 de octubre de 2023, que desató el conflicto. El Ejército israelí, por su parte, aseguró que intensificará los ataques hasta liberar a los rehenes y desmantelar la red de túneles de Hamás, mientras llamó a los palestinos a evacuar hacia el sur.
No obstante, residentes locales denunciaron que las supuestas pausas humanitarias no detuvieron los ataques.
“Las masacres nunca cesaron, ni siquiera durante las pausas”, afirmó Mohamed Aboul Hadi, habitante de la ciudad.
Otros desplazados describieron las condiciones extremas en las que sobreviven:
“Nos echan a la calle como perros… pero los perros viven mejor que nosotros”, lamentó Mohammed Maarouf, padre de nueve hijos.
Mientras tanto, el Ejército israelí llamó a filas a decenas de miles de reservistas, lo que marca una nueva escalada tras semanas de ataques preparatorios en Gaza.
Con información de: AP y EuroNews
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