El bombardeo israelí tuvo como objetivo a Anas al Sharif. No presentó pruebas verificables. La cadena catarí denuncia un asesinato selectivo y un intento de silenciar su cobertura.

Un bombardeo israelí en la Ciudad de Gaza mató la noche del domingo a cinco integrantes del equipo de Al Jazeera, incluido el reconocido periodista palestino Anas al Sharif. También perdieron la vida el reportero Mohammed Qreiquea, los fotógrafos Ibrahim Zaher y Mohamed Aliwa, y el conductor Mohammed Nofal, identificado además como asistente fotoperiodista.

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Las Fuerzas de Defensa de Israel reconocieron que el ataque fue dirigido contra Al Sharif, a quien acusan de ser miembro de Hamás desde 2013. Presentaron dos documentos como supuesta evidencia, pero no detallaron su origen y no han podido ser verificados. Reporteros Sin Fronteras recordó que estas acusaciones no constituyen pruebas suficientes para justificar ataques contra periodistas.

Media hora antes de su muerte, Al Sharif publicó en X un video mostrando la intensidad de los bombardeos en la ciudad, escribiendo: “Bombardeos sin parar… Desde hace dos horas, la agresión israelí se intensifica en la Ciudad de Gaza”. Poco antes, advirtió que si la ofensiva continuaba, “Gaza quedará reducida a ruinas, las voces de su gente silenciadas y sus caras borradas”.

Al Jazeera condenó el ataque como un “flagrante y premeditado intento de silenciar la libertad de prensa” y responsabilizó directamente al Ejército y al Gobierno israelí. La cadena destacó que sus periodistas han permanecido en Gaza pese a enfrentar las mismas condiciones de hambre y riesgo que la población civil.

Con estas muertes, las autoridades gazatíes elevan a 237 el número de comunicadores —entre periodistas, fotógrafos e influencers— que han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí.