El 28 de diciembre se cumplen dos años desde la violenta captura de Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, un hecho que sigue marcando la política nacional. A pesar de estar recluido en la cárcel de Chonchocoro, Camacho ha mantenido una presencia activa, consolidándose como uno de los principales líderes de la oposición boliviana. A raíz de su detención, diversas agrupaciones civiles y políticos de diferentes sectores se han movilizado en defensa de su libertad, con un bloque de unidad que, encabezado por figuras como Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga y Carlos Mesa, busca enfrentar al Movimiento Al Socialismo (MAS) en las elecciones de 2025.

El presidente del Comité Pro Santa Cruz logró consolidar su imagen como líder durante la crisis de 2019, cuando organizó un paro cívico en defensa de la democracia y contra la reelección de Evo Morales. En su condición de líder emergente, Camacho ha continuado reuniéndose con figuras de la oposición, promoviendo la unidad para un bloque político que logre desafiar al MAS. En su último mensaje, el gobernador expresó que las luchas del pueblo boliviano son la motivación central de su propuesta política, centrada en la seguridad, el trabajo, el desarrollo y la lucha contra la corrupción.

El politólogo Felipe Caballero considera que Camacho ha logrado capitalizar la “rebeldía ciudadana” contra el gobierno de Morales, convirtiéndose en un referente no solo en Santa Cruz, sino también a nivel nacional, capaz de aglutinar el apoyo de amplios sectores cívicos de oriente y occidente. A pesar de las adversidades, como su prisión preventiva, sigue siendo un símbolo de resistencia para muchos bolivianos. En este contexto, se le reconoce como el único líder cruceño capaz de dar un golpe significativo al MAS, especialmente tras su participación en la caída de Evo Morales en 2019.

Por otro lado, el exembajador Jerjes Justiniano Talavera considera que, aunque Camacho ha cometido errores en su camino, como no unificar a la oposición en las elecciones de 2020, su liderazgo regional ha sido clave. Además, destaca su figura como la que representa la lucha por la democracia y contra un gobierno que, según él, es cada vez más impopular. Para Justiniano, el proceso de unidad de la oposición no es obra exclusiva de Camacho, pero sí es un factor crucial en la construcción de una alternativa política que busque recuperar la democracia en Bolivia.

A nivel político, también se han dado críticas a las alianzas propuestas por Camacho, especialmente por parte de Branko Marinkovic, quien acusó a figuras como Mesa y Doria Medina de intentar utilizar a Camacho para obtener el voto de Santa Cruz, sin considerar las necesidades y deseos de la población. Sin embargo, el diputado de Creemos, Erwin Bazán, defiende el liderazgo de Camacho, destacando su autoridad moral y su rechazo a cualquier tipo de acuerdo con el MAS, lo que lo ha colocado como una figura clave en la política nacional.

Este sábado, una caravana organizada por Creemos en Santa Cruz será el escenario de una nueva manifestación en apoyo a Camacho, con la participación de importantes figuras de la oposición, incluyendo Doria Medina, Quiroga y Mesa. En esta ocasión, el objetivo es seguir exigiendo la liberación del gobernador cruceño y consolidar la unidad de cara a las elecciones de 2025. Sin importar los desafíos, la figura de Luis Fernando Camacho sigue siendo un referente central para muchos bolivianos que buscan una alternativa al gobierno del MAS.