La inflación acumulada en Bolivia alcanzó el 5,95% en los primeros cuatro meses de 2025, representando el 79,3% de la meta anual del Gobierno. El Instituto Nacional de Estadística (INE) reportó que solo en abril el Índice de Precios al Consumidor subió un 0,90%, impulsado principalmente por aumentos en alimentos como la carne de pollo (4,55%), plátano (6,33%) y papa (3,64%). Las ciudades más afectadas fueron Tarija, Sucre y Trinidad.

Este incremento se produce en un contexto adverso para la economía boliviana. Factores como la escasez de combustible, atribuida a la falta de fondos para importar carburantes, y las intensas lluvias que afectaron a 370.000 familias, han presionado los precios al alza. Además, la variación interanual de la inflación llegó al 2,29%, reforzando la tendencia ascendente en el costo de vida, especialmente en el rubro de alimentos y bebidas.

Grupo de WhatsApp

A nivel internacional, el FMI proyecta una inflación del 15,8% para Bolivia en 2025, junto con un crecimiento económico limitado del 1,1%. Esta proyección plantea serios desafíos para el Gobierno, que debe equilibrar los subsidios y el gasto social con la estabilidad macroeconómica, en medio de crecientes riesgos fiscales y presiones inflacionarias.