Por los precios, los productores y exportadores prefieren sacar su producto a través de Perú y Brasil, para recibir el pago en dólares.
La aparente caída en los ingresos y en los volúmenes exportados del país por la venta de oro podría deberse, en realidad, a un problema relacionado con la minería ilegal y el contrabando.
En criterio de Cesar Navarro, exministro de Minería y Metalurgia, no es cierto que los volúmenes de producción hayan caído en los últimos años, sino que ahora el metal circula a través de un canal ilegal, por lo que no son percibidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Navarro explicó a La Razón que en caso de que el sector aurífero estuviera en contracción, esto repercutiría directamente en aspectos sociales, pues miles de familias dependen de este rubro. Lo que sucede, en su análisis, es que el contrabando y la minería ilegal se incrementaron, debido a que el Gobierno paga a los exportadores con la conversión del dólar al mercado oficial y en bolivianos, mientras que en el extranjero los productores obtienen directamente las divisas.
Minería
De igual manera, el también exministro de Minería y Metalurgia José Pimentel, indicó que los altos precios del oro en el mercado internacional, que llegaron a cotizarse entre “3.300 millones de dólares la onza”, generan expectativas y una mayor explotación del metal, pero a través de vías no reguladas ni controladas.
“Tan altas expectativas empujan a que se rompan los controles y se entre en una explotación irracional e ilegal, por eso la producción busca los caminos más intrincados para su venta. La comercialización clandestina, no hay forma de establecer ninguna transacción y ésta al final es canalizada al mercado exterior por la vía del contrabando”, indicó en entrevista con este medio.
De acuerdo con la exautoridad, si los productores de oro operan dentro del marco legal, tienen que cumplir con obligaciones que el Estado impuso, como la entrega obligada de una parte de su producción al Banco Central de Bolivia (BCB), las regalías y otro tipo de descuentos.
Consultado sobre ese aspecto, el viceministro de Política Minera, Regulación y Fiscalización, Marcelo Ballesteros, reconoció que la minería ilegal es un problema bastante fuerte, pero que se empezó a controlar.
En su criterio, el hecho de que las regalías mineras incrementaran en un 30% es una señal de que se regula más a la minería.
///LA RAZON///
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