El vicepresidente del Estado, Edmand Lara, expresó su rechazo ante el paquete de medidas anunciado por Rodrigo Paz y su gabinete ministerial la noche de este miércoles. La autoridad aseguró que desconocía el contenido de estas determinaciones y calificó de inapropiada la eliminación de la subvención a los carburantes. Según su postura, cualquier ajuste en el precio de los combustibles requiere una implementación paulatina y no una aplicación inmediata como la dispuesta en el actual decreto.
Lara advirtió que las decisiones presidenciales generarán un impacto negativo y directo sobre el costo de la canasta familiar y el valor de los pasajes en el transporte público. El segundo mandatario mostró su decepción por la falta de consenso previo antes de la emisión de las normas de emergencia económica. Estas críticas surgen en un contexto de incertidumbre donde diversos sectores sociales y políticos cuestionan la oportunidad y la forma en la que se comunicaron los cambios financieros.
Por su parte, el presidente Rodrigo Paz defendió sus acciones bajo el argumento de que la situación del país requiere soluciones urgentes para sanar la economía nacional. El plan gubernamental combina la actualización de precios de hidrocarburos con un incremento al salario mínimo y a los bonos estatales desde principios de enero. Pese a estas justificaciones, líderes de opinión y representantes gremiales coinciden con la visión del vicepresidente sobre las posibles consecuencias inflacionarias para la población boliviana.
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