En los últimos días, el panorama electoral boliviano se ha agitado con movimientos políticos que han sorprendido a muchos, mientras los precandidatos luchan por conseguir apoyo y definir sus alianzas. Uno de los eventos más destacados fue la alianza entre el excapitán de la Policía, Edmand Lara, y el senador Rodrigo Paz, de Comunidad Ciudadana. A pesar de no presentar un binomio presidencial, ambos políticos acordaron formar un bloque con la finalidad de «renovar» la política y enfrentar lo que consideran un sistema corrupto que ha afectado gravemente la economía y las instituciones del país. Lara, quien ganó notoriedad por sus denuncias sobre irregularidades en la Policía, señaló que su principal objetivo es derrotar a un sistema que, a su juicio, ha prostituido las instituciones y convertido a la Policía, la Fiscalía y los jueces en herramientas de persecución política. Además, hizo un llamado a otros líderes políticos, como Jaime Dunn, Édgar Morales y Rodrigo Paz, para unirse a su lucha.

En otro frente, el partido Nueva Generación Patriótica (NGP) decidió apostar por Jaime Dunn como candidato presidencial para las elecciones de agosto. Dunn, conocido por sus ideas libertarias y su rechazo al intervencionismo estatal, se suma a un partido sin trayectoria política, pero con la intención de desafiar a los partidos tradicionales. La inclusión de Dunn en el NGP sigue a sus intentos fallidos de unirse al Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) y a Acción Democrática Nacionalista (ADN). Este movimiento refleja el creciente interés de algunos sectores en presentar una alternativa fuera de los partidos tradicionales, buscando captar el descontento con el sistema actual.

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El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), por su parte, ha decidido separarse del precandidato surcoreano Chi Hyun Chung, quien había sido promovido como su abanderado en un principio. La razón de la ruptura, según el jefe departamental del MNR en Santa Cruz, Gerardo Rosado, es que Chi ha generado conflictos internos y carece de un programa político coherente. Este distanciamiento se intensificó cuando Chi acusó al empresario Samuel Doria Medina de intentar boicotear su candidatura al ofrecer dinero a miembros del MNR para que no lo aceptaran. Este enfrentamiento expone las tensiones dentro de los partidos de oposición y cómo las alianzas y desavenencias pueden cambiar rápidamente en la lucha por el poder.

Además, una facción del Movimiento Tercer Sistema (MTS), encabezada por Maziel Terrazas, amenazó con dejar a Andrónico Rodríguez fuera del partido si este llega a pactar con el exgobernador Félix Patzi. Esta amenaza se suma a las tensiones internas del MTS, que se encuentran fragmentados debido a las disputas de liderazgo. Por otro lado, el Frente Para la Victoria (FPV) y Pan-Bol se han enfrentado al Tribunal Supremo Electoral (TSE) después de perder sus personerías jurídicas, acusando al TSE de tomar decisiones políticas para evitar que se alíen con Evo Morales. A pesar de las acusaciones, ambos partidos han anunciado que apelarán esta decisión, lo que añade aún más incertidumbre a un proceso electoral que ya está marcado por las disputas internas y las alianzas estratégicas de última hora.