Las intensas lluvias en Bolivia han causado la muerte de 39 personas y la desaparición de siete en diferentes departamentos del país. Según el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, los desaparecidos se encuentran en La Paz, Cochabamba, Chuquisaca y Santa Cruz, donde la crecida de los ríos ha arrastrado a varias personas. Desde noviembre de 2024, las precipitaciones han provocado inundaciones y derrumbes en todo el territorio, afectando gravemente la vida de miles de familias. Las autoridades mantienen operativos de búsqueda para dar con los desaparecidos, mientras continúan evaluando el impacto de las lluvias.

El desastre climático ha golpeado a 161.125 familias, dejando 34 municipios en estado de desastre y afectando a otros 97 con inundaciones y derrumbes. En varias regiones, viviendas y cultivos han quedado bajo el agua, dejando a cientos de personas sin hogar y sin medios de subsistencia. Ante esta situación, los equipos de rescate y fuerzas militares están en alerta para atender emergencias y brindar apoyo a los damnificados. A pesar de los esfuerzos, la cantidad de afectados sigue en aumento debido a la persistencia de las precipitaciones y el desbordamiento de ríos en diferentes zonas.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió una alerta naranja debido al aumento de caudales en los ríos de La Paz, Oruro y Potosí, advirtiendo sobre posibles desbordes. En el municipio de Quillacollo, Cochabamba, las lluvias inundaron calles y viviendas, bloqueando el tránsito de vehículos y afectando a numerosos hogares. Vecinos reportaron que el agua alcanzó niveles preocupantes, llegando hasta la rodilla en algunas zonas. Por su parte, el Centro de Monitoreo Climático de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) advirtió que las precipitaciones continuarán durante marzo, lo que podría agravar la situación en varias regiones del país.