“Todo está caro y hay medicamentos que cuesta conseguir”, lamenta Shirley Durán, quien pasa horas recorriendo las farmacias, buscando los remedios que su mamá necesita tomar a diario para controlar su diabetes y los dolores derivados de las complicaciones de la enfermedad que padece desde hace más de 20 años.
Mantener el tratamiento no es fácil, los precios de los fármacos han subido más de un 100% y muchos escasean.
Shirley cuenta que su madre sufre de dolores crónicos y “no puede vivir sin remedios que le ayudan a aliviarlos”. Son al menos tres fármacos contra el dolor que debe conseguir, aunque eso signifique hacer ‘malabares’ para reunir los recursos, porque los precios suben cada día.
Cuenta que antes compraba el comprimido de Pregabalina a Bs 8 y ahora necesita Bs 25. El Paxelis, utilizado para tratar dolores agudos intensos, lo adquiría en Bs 21 el comprimido de 100 mg, que partía por la mitad para administrarlo en dos dosis diarias, pero ahora esa presentación ha desaparecido y solo se consigue de 50 mg a Bs 20,70. “Ahora necesitamos gastar el doble para completar la dosis”, lamenta.
Lo mismo ocurre con las cintas para medir el azúcar en sangre. El paquete de 50 unidades, que antes costaba Bs 275, ahora está en Bs 475, lo que significa un incremento del 73%. El de 25 unidades pasó de Bs 125 a Bs 247,50. “Todo se ha duplicado”, lamenta.
Por recomendación médica, su madre debe medirse la glucosa cada mañana, pero con el constante aumento de precios y el presupuesto familiar cada vez más ajustado, están considerando hacerlo día por medio o incluso cada tres días.
Además de estos medicamentos, en su presupuesto debe incluir los fármacos para controlar la diabetes. En su caso, utiliza Semaglyp 0.25 mg, que hace dos meses costaba Bs 150 y ahora alcanza los Bs 263, además de otros medicamentos para la presión arterial.
Una paciente que sigue tratamiento para la hipertensión arterial con Iltux manifestó que hasta el año pasado adquiría la caja de 27 comprimidos a un precio que oscilaba entre Bs 360 y Bs 400. Sin embargo, el costo ha registrado un incremento progresivo. En julio compró a Bs 457 y este martes estaba cotizando en distintas farmacias para poder encontrar más barato. Además, el Euritox para la tiroides antes compraba una caja de 50 unidades a alrededor de Bs 50, pero ahora está en Bs 86.
“Ahora mi gasto promedio mensual en remedios es de Bs 800, pero antes mi presupuesto no pasaba de Bs 600”, comenta.
¿El por qué de la escasez?
La inflación y el elevado costo de importación por la falta de dólares en el país han llevado a las importadoras a incrementar los precios más del doble. Los pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes, cáncer y cardiovasculares sienten el impacto en el costo de sus tratamientos, señala Roxana Velasco, representante de la Asociación de Pacientes con Cáncer.
Una farmacéutica explica que algunos medicamentos importados, como el Paxelis de 100 mg, escasean porque ya no tienen mucha demanda debido a su alto costo y muchas farmacias prefieren no solicitarlos para evitar pérdidas.
Algunos lotes son devueltos a los proveedores porque están próximos a vencer o solo se venden en cajas completas y no por unidad. Otro fármaco que escasea es el Zodol (tramadol).
La gente asegura que el incremento no discrimina a ningún medicamento. Algunas familias compraban el pegamento para dentadura de los adultos mayores entre Bs 65 y 70, pero ahora está por encima de los Bs 100.
En el sistema público
Las quejas se replican en el sistema público y de la seguridad social, donde hay desabastecimiento. “Mi mamá fue operada, su médico nos pidió 12 medicamentos, pero en la farmacia (institucional) solo me entregaron dos”, relató la hija de una paciente con cáncer que buscó asistencia en el Hospital de Clínicas de La Paz. Ante la escasez, tuvo que buscar la forma de conseguir por su cuenta los remedios.
Al respecto, la responsable de farmacias de ese nosocomio explicó que adquirieren medicamentos mediante compras menores, pero hay pocas empresas interesadas en los procesos de licitación.
La Defensoría del Pueblo manifestó su preocupación, porque las farmacias institucionales y los seguros de salud no disponen de los remedios para pacientes con enfermedades crónicas, como cáncer, presión arterial, diabetes y males renales.
El problema se arrastra desde hace varios meses. La Defensoría del Pueblo hizo seguimiento en once farmacias institucionales del sector público y nueve del seguro a corto plazo, como la Caja Nacional de Salud (CNS), y constató que, desde abril de este año, hay una notoria disminución en los stock debido a varios factores, entre ellos, la escasez del dólar.
Según las conclusiones de la Defensoría del Pueblo, de los 20 establecimientos de salud verificados, el 45% no contaba con el stock necesario de medicamentos para atender la demanda.
La institución también alertó que el presupuesto de los gobiernos municipales y departamentales no son suficientes para garantizar el abastecimiento de remedios.
///EL DEBER///
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