De acuerdo con el ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, las medidas adoptadas y que entran en vigor desde este jueves, en relación a la eliminación de la subvención, permitirá al Estado un ahorro de 7 millones de dólares por día.
El ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, indicó que las medidas que adoptó el Gobierno de Rodrigo Paz la noche del miércoles “eran necesarias por todos los problemas que se fueron discutiendo” y que estás permitirán un ahorro de 7 millones de dólares por día, comenzando desde este jueves. Anunció que para estabilizar los precios en otras áreas se abrirán mesas de diálogo.
“Esta era la gran iniciativa, se decidió hacer lo que se hizo porque es necesario estabilizar la economía. Le digo, ¿sabe cuánto se está ahorrando el gobierno boliviano en este primer día por la medida que se tomó? Solo en un día 7 millones de dólares. Por tanto, esta es la magnitud de la salida de recursos que tenía el Estado boliviano. Y cuando hablo de Estado boliviano, son todos los contribuyentes, por la presencia de este subsidio”, manifestó Medinaceli en una entrevista con EL DEBER.
La noche del miércoles, Paz anunció medidas económicas, una de ellas fue la de quitar la subvención a los hidrocarburos y de sacar una lista oficial de los precios a los carburantes.
Tras ese anuncio, el sector de transporte, Juntas Vecinales, y otros rechazaron la medida y anunciaron acciones para contrarrestarlas.
A esto, Medinaceli dijo que tales reacciones “eran las que se esperaban, porque nadie le gusta ir al dentista cuando tiene una muela careada, pero entendemos que también la gente comprende que esta es una medida que era necesaria por todos los problemas que se fueron discutiendo en semanas previas. Entonces, todo está dentro de lo planificado”.
Además, anunció que se abrirán mesas de diálogos para sentarse con los sectores y discutir los demás precios de la economía boliviana.
“Claro que sí. Se van a preparar mesas de diálogo para que se discutan todos los precios relativos en la economía y llegar a un nuevo equilibrio donde el objetivo central es no volver al pasado. Es decir, no volver al pasado de colas, no volver al pasado de desabastecimiento, tener precios razonables”, explicó.
Recalcó que las medidas adoptadas eran necesarias porque el Gobierno anterior había planificado subvencionar con “un monto de 3.500 millones de dólares” para cubrir el costo real de los hidrocarburos.
“Entonces, la idea es tener un ahorro fiscal que nos permita disminuir el déficit y, por otro lado, desmantelar o quitar el incentivo para todo este contrabando, este mercado negro, esta red de corrupción que se inició con la presencia del subsidio”, dijo.
Además de esa iniciativa, el Gobierno liberó también la importación de diésel. Esto para Medinaceli responde a tres razones.
La primera que es que el país produce aún el 50% de la gasolina que se consume, es decir, “los campos de crudo y condensado permiten abastecer la mitad de la demanda nacional. En este sentido hay un poco más de control por parte del Estado sobre estos volúmenes comercializados”.
En segundo lugar, según el ministro, “al ser un combustible más volátil que el diésel hoy, entonces los niveles de merma en el transporte de gasolina son mayores y por eso la ecuación económica muchas veces no cierra, digamos, para su desvío al mercado negro. Este es otro elemento”.
Y la tercera razón, es “que este combustible también al ser más volátil conlleva un mayor riesgo en su transporte”.
“En este sentido lo que se trata, lo que se intenta hacer acá es liberar el precio completamente para el diésel hoy y la gasolina se espera que se tenga mayor control sobre los volúmenes y acercar al precio internacional”.
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