El presidente repite que “Roma no paga traidores” y asegura que será reelecto en 2027 pese a la crisis interna

En una relación que parece irreversible, Javier Milei volvió a cruzar con dureza a Victoria Villarruel, a quien culpó por haber habilitado una sesión en el Senado que, según él, desató una corrida cambiaria. Además, la acusó de estar “trabajando para el golpe, para voltear al Gobierno y quedarse con los kukas”.

En el mismo día en que el dólar oficial trepó a $1.380 en los bancos, el presidente calificó nuevamente a Villarruel de “traidora” por la sesión en la que se aprobaron aumentos en jubilaciones y otros proyectos contrarios al superávit fiscal que impulsa su administración.

“Se armó un bolsón de liquidez y en ese bolsón, la traidora dio lugar a una sesión ilegal para que nos rompan el equilibrio fiscal. Eso generó ruido y habilitó una corrida”, lanzó Milei, vinculando esa situación con el proceso de saneamiento del balance del Banco Central: “El ataque lo hacen justo cuando estamos mudando el balance del BCRA”.

Redobló la carga con su frase habitual: “Roma no paga traidores… Habilitó una sesión que podía haber frenado porque estaba trabajando para el golpe. No la paró, en consonancia con los kukas en modo golpista, tratando de voltear al Gobierno y quedar ella cogobernando con los kukas”.

El presidente recordó su compromiso con la agenda con la que fue votado: “Tengo un deber con el pueblo argentino, a mí me votaron con una agenda. Si no respeto esa agenda, estoy traicionando a 15 millones de personas”. Sobre la sesión, sostuvo que “habilitar una sesión ilegal que te mete un torpedo fiscal de 2,88% del PBI implica fumarse una YPF por año: más de 17 mil millones de dólares anuales”.

En entrevista con Alejandro Fantino para el canal Neura, agregó una dura acusación: “Los que votaron esa iniciativa son genocidas, asesinos de jóvenes, porque están condenando el futuro de los argentinos”.

Milei también reveló que Villarruel “dejó de participar de las reuniones de Gabinete a fines de abril o principios de mayo”, señalando que el distanciamiento se remonta al cierre de listas de 2023, cuando, según él, la vicepresidenta extorsionó para cambiar el armado o bajarse de la fórmula.

Desde su entorno, critican la “conducta incoherente y errática” de Villarruel, destacando contradicciones como alabar a Isabel Perón o pedir el cierre de la SIDE, mientras defiende desde el Senado la Ley de Quiebra.

A pesar de los ataques de Milei, que la tildó de “bruta traidora” y le deseó el “destierro”, Villarruel mantiene un perfil bajo, enfocada en su agenda federal, con actividades recientes en Santa Fe, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero.

En el Senado, la crisis del Gobierno genera preocupación. Oficialistas y dialoguistas advierten que la mayoría ajustada podría facilitar que el kirchnerismo impulse su propia agenda antes de las elecciones de octubre, mientras La Libertad Avanza busca ampliar su representación.

En otro tramo de la entrevista, Milei habló de su esquema de gestión, vinculándolo con su objetivo de ser reelecto en 2027. “Trabajo de manera hiperactiva con seis de los ocho ministerios. Hay un triángulo de hierro político, con Santiago Caputo como estratega, mi hermana y Guillermo Francos. Yo estoy 100% abocado a la gestión, con el largo plazo y la coyuntura”, explicó.

Sobre el futuro, agregó: “El largo plazo tiene tres elementos centrales: el rendimiento creciente con la desregulación, donde está Sturzenegger; las relaciones exteriores, que lleva Werthein; y una tercera etapa vinculada a la segunda parte de mi mandato. Porque en 2027 voy a ser reelecto”.

Un momento curioso ocurrió cuando, minutos antes de la medianoche, Milei interrumpió la entrevista tras reconocer a alguien detrás de cámaras: “¡Mario querido!”, dijo efusivo, para luego levantarse y explicar que debía firmar un decreto. Cuando el conductor quiso saber de qué se trataba, el presidente lo cortó con un “No, no importa”. Fantino se mostró sorprendido, y Milei sentenció: “¿Qué querés? Laburo de presidente”.