Con la voz fatigada, característica de quien da constantes discursos o, en este caso, “prédicas”, el boliviano Pedro Montenegro Paz, quien en su tiempo provocó el descalabro de la estructura policial de Santa Cruz, y luego fue extraditado a Brasil, donde lo sentenciaron por narcotráfico, ahora se presenta como pastor evangélico y predica, desde ese país la palabra de Dios en Tik Tok.
“En 2019, el primero de diciembre, yo entregué mi vida a Cristo y como dice la palabra, ‘lo abracé’, y fui bautizado en nombre del padre, el hijo y el Espíritu Santo y todos mis pecados fueron perdonados”, dijo en un mensaje publicado ayer en esa red social.
Montenegro, aparece en el video con lentes, más delgado de cuando fue extraditado por orden del entonces ministro de Gobierno, Arturo Murillo. Se lo ve sentado en medio de un centro comercial y emitió su mensaje dirigido a los medios de comunicación y periodistas, que afirma trataron de contactarlo para preguntar por su situación legal.
Afirmó que, con el cambio de creencia religiosa no justificaba los “errores” y delitos que había cometido antes, hechos que provocaron su sentencia en Brasil, en enero de 2021, a 11 años y ocho meses de cárcel, fallo emitido en el VI Juzgado Federal de Santos por tráfico y asociación para el tráfico transnacional de drogas.
Dicha sentencia se dio luego de que la Fiscalía de Brasil probó que Montenegro fue parte de una red criminal identificada desde 2013, la cual traficó 1,3 toneladas de cocaína a Europa, valuada en más de $us 60 millones.
El escándalo
En abril de 2019, luego de que el general Rómulo Delgado fue destituido del cargo de Comandante de la Policía y el entonces presidente Evo Morales y el ministro de Gobierno, Carlos Romero, nombraron a Yuri Calderón en su reemplazo, estalló el escándalo que implicó a varios jefes policiales, pero en especial al director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), coronel Gonzalo Medina, con quien Montenegro aparece en una foto, el momento de que lo condecoran por su aporte a la institución.
Pero para ese entonces, Montenegro portaba otra identidad, Pedro Hoffman Sainz y era conocido por su facilidad de promover negocios, prestamos y eventos carnavaleros, no solo entre jefes policiales, sino también entre fiscales y altas autoridades del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP).
Consultado sobre la opinión que tiene de la libertad y la nueva religión de Montenegro, el coronel Medina, por medio de su abogado Owaldo Saenz, expresó que es una decisión en beneficio de él y su familia, pero que no podía opinar de su credibilidad, debido a que aún hay procesos penales por los que Montenegro debe responder en Bolivia, casos por los que él resultó perjudicado y de los que finalmente salió absuelto.
“El coronel Medina no incurrió en los delitos de encubrimiento, asociación delictuosa y mucho menos tráfico de sustancias contraladas. El fundamento para esa resolución es que, la Interpol Bolivia nunca lo notificó, como comandante de la Felcc, con el radiograma en el que se revelaba que Montenegro era buscado por la justicia de Brasil”, explicó Saenz a EL DEBER.
El arrepentimiento
“Cuando uno está en Cristo es nueva criatura, no tienen ninguna condenación, no significa que no tenga que pagar ante la ley del hombre (…) No quiere decir que no me sometí ante la justicia aquí en Brasil, y aun tengo una instancia, es una revisión criminal, que mediante el señor voy a tener victoria”, proclamó Montenegro en su mensaje.
Aseveró que espera contar con un fallo favorable en el proceso pendiente que tiene en ese país, pero se adelantó a señalar: “iré a Bolivia en el tiempo de Dios, no en el tiempo del hombre”.
No obstante, ayer, el fiscal departamental de Santa Cruz, Alberto Zeballos, anunció que solicitarán la extradición de Montenegro, para que afronte dos procesos penales que tiene pendiente en Bolivia. “Hay una investigación por un presunto delito de legitimación de ganancias ilícitas”, añadió.
El caso vuelve a levantar revuelo y deja pendiente la revisión de la investigación que se inició contra varios jefes policiales, empresarios y funcionarios judiciales.
Plaqueta
De acuerdo con los antecedentes de entonces, Montenegro era tan amigo de los jefes policial de Santa Cruz, que apadrinó la construcción de las canchas de ráquetbol en el complejo deportivo policial.
EL DEBER

