Protestan por la falta de diésel y gasolina, por la restricción en la compra de GNV, así como por el incremento excesivo en los repuestos e insumos que necesitan para su trabajo.
Una masiva movilización de choferes del transporte de pasajeros de La Paz colapsó este miércoles el centro de la sede de Gobierno, en una jornada de protesta convocada para exigir soluciones urgentes al presidente Luis Arce y los ministros del sector ante la persistente escasez de combustibles, que desde hace semanas afecta gravemente a la operatividad del sector.
“Estamos molestos con este gobierno por el alza excesiva de los precios de los repuestos, el desabastecimiento del combustible y el decreto 540 sobre el GNV (Gas Natural Vehicular), que nos van a limitar ese combustible; la mayoría de los vehículos están con GNV, eso no nos conviene, de ninguna manera, la protesta es contra eso y este gobierno hambreador nos está haciendo salir a las calles por esta situación”, reclamó uno de los marchistas.
La protesta fue convocada por las principales federaciones de transporte, cuyos dirigentes aseguran que la falta de diésel y gasolina, así como el incremento de los insumos para su trabajo, además de las restricciones en la compra del GNV ha mermado sus ingresos diarios, lo que genera incertidumbre laboral y puesto en riesgo la subsistencia de miles de familias que dependen de esta actividad.
“El costo de operaciones del transporte ha subido al cien por ciento y ni qué decir de la canasta familiar, aprovechan algunas personas y por toda esa situación nosotros como transportistas estamos molestos, ahora nuestra protesta en general es por falta de combustibles, no tenemos gasolina, no tenemos diésel, no estamos trabajando, todos los días estamos haciendo fila en los surtidores, no dormimos bien, no llegamos a nuestras casas, esa es la molestia”, reclamó otros de los transportistas.
Como señala la dirigencia de los transportistas no solamente de La Paz, sino de todo el país, la raíz del conflicto se encuentra en los problemas de abastecimiento de combustibles que comenzaron a intensificarse desde mediados de mayo. Las largas filas en surtidores, las restricciones en la venta de carburantes y la especulación de precios han afectado no solo al transporte público, sino también a otras actividades económicas.
Según analistas del sector energético, la escasez está vinculada a retrasos en la importación de hidrocarburos debido a problemas logísticos y financieros que enfrenta el Estado. Aunque el Gobierno ha anunciado operativos para regular la distribución y evitar el contrabando, los resultados aún no son percibidos por los sectores afectados. A ello, se suma ahora el bloqueo de los sectores evistas que dificultarán aún más la distribución de los carburantes.
La movilización en La Paz no es un hecho aislado. Este martes choferes de otras regiones del país también tomaron medidas de presión. El transporte urbano paralizó la circulación vehicular en Sucre y en Cochabamba, algunos sindicatos realizaron bloqueos esporádicos en la zona sur; mientras que, en Santa Cruz, dirigentes del transporte pesado advirtieron con un paro escalonado si no se regulariza el suministro en las próximas horas.
///EJU///
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