Según YPFB, las reservas probadas de petróleo subieron de 10,6 a 12,6 millones de barriles gracias a una mayor producción. La estatal asegura que hay una perspectiva alentadora para la producción de gas en los próximos años.
Bolivia cuenta oficialmente con 4,5 trillones de pies cúbicos (TCF) de reservas probadas de gas natural al 31 de diciembre de 2023, el peor nivel de los últimos años en un contexto de caída de la producción constante desde el 2014.
Este nivel es inferior a los 6,2 TCF que se habrían consumido en siete años desde el último informe de certificación hecho público, pero YPFB aclaró que para el 2017 las exautoridades no tomaron en cuenta el consumo que había que descontar.
Este martes, en el último día del año, YPFB convocó a una conferencia de prensa en Santa Cruz para dar a conocer la certificación al 31 de diciembre de 2022 y al 31 de diciembre de 2023. Es decir con al menos seis meses de retraso, ya que la empresa Degolyer & Macnaughton, encargada de la cuantificación para el 2023, entregó su informe el 23 de mayo y la estatal petrolera dio su visto bueno el 20 de junio.
El informe de cuantificación de reservas correspondiente a 2022 fue adjudicado a Ryder Scott Company. Este documento debía ser entregado el 23 de agosto de 2023, pero finalmente, después de 16 meses, se dio a conocer la cantidad de reservas correspondientes a ese año.
De acuerdo con el presidente de YPFB, Armin Dorgathen, a 2022 se tiene una cuantificación de 4 TCF y a 2023 una cantidad de 4,5 TCF, aclarando que, por normativa, estos informes deben ser dados a conocer antes del 31 de diciembre de cada año.
Recordó que el 2004 las empresas petroleras, con el ánimo de obtener mejores valores en las bolsas de valores donde invierten, inflaron las reservas de gas y le dijeron al país que se tenían 25,3 TCF. Sin embargo, en 2009 cuando YPFB encarga una certificación oficial, se verificó que no existía ese volumen.
La Ley 3740, de 31 de agosto de 2007, en su artículo 7, dispone que YPFB debe contratar empresas especializadas para certificar el nivel efectivo de reservas de hidrocarburos en el país.
Asimismo, obliga a la estatal a publicar hasta el 31 de marzo de cada año, el nivel de reservas certificadas existentes al 1 de enero de dicho año. El 31 de marzo de 2023 se cumplieron seis años desde la última certificación oficial conocida.
La certificación realizada por Ryder Scott al 31 de diciembre del 2009 dio como resultado 9,7 TCF; la segunda certificación al 31 de diciembre de 2013, de la GLJ Petroleum Consultants de Canadá, con el resultado de 10,1 TCF; finalmente, la certificación de la también canadiense Sproule, que arrojó la cifra de 10,7 TCF al 31 de diciembre de 2017.
Dorgathen aclaró que si se observa la curva de consumo, para 2013 se debería tener un valor descontado de 7,2 TCF, pero esos años se descubre el campo Aquío- Incahuasi y río Grande y algunos yacimientos menores con lo cual se logra certificar 10, 1 TCF. Para 2017, se tenía un descuento de 7,1 TCF por el consumo, pero se certifica 10,7 TCF.
“Esto mostraba ya una incoherencia entre la cuantificación y la certificación, pero no se dice nada en ese entonces, se saca solo valor de certificación. Pero haciendo un descuento del consumo que se tuvo, ese año 2017 deberíamos estar con una certificación de reservas de 7 TCF, si es que el informe de ese año tuviera coherencia”, remarcó.
Para Dorgathen, la certificación de 2022 que arroja 4 TCF y la de 2023 que da una reserva de 4,5 TCF no tiene coherencia con los resultados de 2017 y subrayó que los años donde se registró un mayor consumo de gas fue de 2014 a 2018.
Para el Ejecutivo, la certificación realizada en 2017, en el gobierno de Evo Morales, se la hizo “en papeles” sin reflejar la realidad de las reservas.
Reservas de petróleo
El presidente de YPFB explicó que hacía 2016 se tenía una producciòn de 11 mil barriles día de petróleo que luego en 2014 cae a 5.200 barriles día, pero en 2022 se alcanzaron 3.300 barriles día y es a partir de entonces que hay una reactivación y las reservas pasan de 10,6 a 12,6 millones de barriles.
Índice de reposición de reservas
Dorgathen, por otra parte, brindó los datos del Índice de Reposición de Reservas, que se calcula midiendo la cantidad de gas encontrado en comparación con el gas consumido. Si este cálculo es igual a 1, significa que el consumo y el descubrimiento están en equilibrio; si el índice es menor a 1, implica que se consumió más gas del que se encontró; y si el índice es superior a 1, el resultado indica que se descubrió y produjo más gas del que se consumió.
Los datos para 2016 arrojan que el Índice de Reposición de Reservas fue de solo 0,3 y en 2017 de 0,4 y al año siguiente de 0,3 y en 2019 de 0m7 y en 2020 de 0,1 y en 2021 de apenas 0,7. Es en 2022 que se observa un repunte y el Índice llega a 1,2 y el año pasado a 2.
Perspectiva
Al defender los últimos dos estudios, el presidente de YPFB afirmó que lo que se quiere es “transparentar” los volúmenes que tiene el país y trabajar a partir de esos indicadores.
En ese camino, destacó que Ryder Scott certificó un potencial de 30 TCF de gas por “encontrar”, para lo cual YPFB ejecuta 57 proyectos, de los cuales 17 fueron exitosos, entre los que destaca Mayaya, en el norte de La Paz, con un potencial de 6,7 TCF.
“Tenemos certificadas por una empresa internacional más de 30 TCF de recursos en el país y los estamos yendo a buscar con este nuestro plan de reactivación, con más de 57 proyectos para cambiar la tendencia en la producción que viene de bajada desde el año 2016 y que estimamos que con todos estos proyectos hacia el año 2027, 2028 comencemos una tendencia de recuperación donde va a estar encabezado esto o apuntalado por el proyecto de Mayaya”, aseguró, según el reporte de ABI.
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