El 2 de enero, una niña de dos años desapareció mientras su madre lavaba ropa en las orillas del río Alto Beni. Tras varios días de intensa búsqueda, el cuerpo de la menor fue encontrado el 4 de enero por un pescador. La Policía Boliviana fue notificada de inmediato y corroboró el hallazgo. El informe forense revela que la causa de la muerte fue ahogamiento, descartando signos de infanticidio o agresión sexual.

El fiscal Carlos Torrez informó que el examen forense concluyó que la niña falleció por asfixia mecánica debido a la sumersión en el agua. No se encontraron indicios de violencia. Se sospecha que la menor, al estar cerca del río mientras la madre realizaba sus tareas, cayó accidentalmente al agua y fue arrastrada por la corriente.

El caso fue investigado con rapidez y transparencia, y se dejó en claro que el trágico incidente no fue producto de un crimen. La comunidad local había colaborado activamente en la búsqueda, lo que permitió encontrar el cuerpo en un tiempo relativamente corto.