Esta semana arribó a Puerto Jennefer una carga de gran tonelaje para una planta eólica en Warnes. Por la hidrovía, Bolivia importa diésel, gasolina, hierro y otros, y exporta aceite y torta de soya, urea, cartón y más.
Se reactiva la navegabilidad de la hidrovía Paraguay- Paraná, una salida que tiene Bolivia al océano Atlántico y por donde moviliza millones de dólares y miles de toneladas de carga, tanto de exportación como de importación.
El año pasado, la baja histórica de los ríos Paraguay y Paraná, atribuible al cambio climático, afectó de manera dramática al comercio exterior de Bolivia. El menor caudal y profundidad se presenta entre septiembre y octubre, pero el fenómeno se adelantó en agosto.
Este año todo volvió a la normalidad y en los últimos días se reportó el arribo de un convoy de 20 barcazas con 10 megainfraestructuras para ENDE, destinadas al parque eólico que se levanta en Warnes.
Bolivia, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine) y procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (Ibce), exportó por la hidrovía en 2021 un valor de 258,5 millones de dólares, en 2022, otros 793 millones y al año siguiente, 519,5. En 2024, la salida por ese punto bajó a 145 millones de dólares hasta noviembre.
El país exporta por esa vía, principalmente torta, aceite de soya, habas de soya, aceite de soya, hierro y concentrados, úrea, bolsas de papel, cartón, cementos hidráulicos y yeso natural.
Las importaciones que arriban hasta Puerto Jennefer, en 2021 llegaron a 295,9 millones de dólares en 2022 a 273,1 millones de dólares, en 2023 a 301 millones de dólares y el año pasado hasta noviembre descendieron a 71,7 millones de dólares.
Bolivia interna por la hidrovía productos como gasolina y diésel, hornos para tostación, fosfato de amonio, laminados de hierro en diferentes dimensiones, lana de escoria de roca, asientos con armazón de madera, pinturas y barnices, ventiladores, artículos de cocina de aluminio, artículos de uso doméstico, alfombras, de acuerdo con los datos proporcionados por el Ibce a Visión 360.
“Un puerto boliviano ya está a la altura de cualquier otro puerto de los países de la hidrovía, sea argentino, uruguayo, paraguayo o brasileño. La hidrovía volvió a estar navegable, estuvo parada por los niveles muy bajos de agua y gracias a su recuperación es que el comercio exterior boliviano vuelve a tener oportunidades de ser competitivo afuera en el mercado internacional”, señaló a Unitel el gerente de Puerto Jennefer, Bismark Rosales.
Explicó que la carga que arribó para Ende, son 10 torres en total y cuyas estructuras pesan entre 30 y 140 toneladas cada una, que exigen el movimiento de grúas y camiones especializados de hasta 70 metros de largo, es decir, son cargas de alto tonelaje que ya pueden ser ingresadas a Bolivia a través de la plataforma de la zona este del país.
“El exportador boliviano vuelve a tener alguna luz en el túnel, dada la crisis y las situaciones que hay, ya que la exportación vía fluvial marítima es el camino más eficiente. Entonces, esto volvió a ser una alternativa y no es necesario para la carga del oriente boliviano y de parte de Cochabamba ir hasta el Pacífico pagando fletes terrestres muy caros para llegar a los puertos”, resaltó Rosales.
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