El jueves 5 de diciembre, tras días de búsqueda, fue hallado el cuerpo sin vida de Natalia Paredes, de 85 años, quien había desaparecido el 2 de diciembre en el río Tacata, en Quillacollo. Con su muerte, las víctimas por riadas y mazamorra en Cochabamba suman seis.

En la región Andina, el 4 de diciembre se encontró a Daysi Franco Ramírez, una niña de seis años, arrastrada por la corriente del río Tacopaya. Además, en el Trópico, un deslizamiento de tierra conocido como mazamorra sepultó viviendas en la región de Villa Tunari, donde murieron Pedro Chambi Toledo, Josefina Aguilar, su hija Daniela, y otra niña, Esmeralda Choque Apaza.

Samuel Pereira, coordinador de Defensa Civil de Cochabamba, lamentó profundamente las muertes y recordó la importancia de tomar medidas preventivas en zonas de alto riesgo durante la temporada de lluvias. “Es crucial que las familias en áreas vulnerables a riadas y mazamorras tomen precauciones y se mantengan informadas sobre las alertas emitidas. Estamos trabajando de manera coordinada con las Fuerzas Armadas y rescatistas civiles para atender las emergencias y minimizar los riesgos”, expresó.

Las autoridades mantienen alerta naranja por la crecida de ríos en el departamento, advirtiendo sobre posibles desbordes debido a las lluvias intensas.