La presidente mexicana asegura que más de 11 millones de mexicanos salieron de la pobreza por los programas sociales, en medio de críticas por la inseguridad ciudadana y el avance del crimen organizado

Durante un acto en Amealco, Querétaro, la presidente Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que más de 11 millones de mexicanos han salido de la pobreza en los casi siete años de gestión de la llamada Cuarta Transformación, atribuyendo ese logro principalmente a la expansión de los programas sociales impulsados desde el gobierno de López Obrador.

“Se redujeron las desigualdades porque, en vez de gobernar para los de arriba, se gobierna para el que menos tiene”, dijo Sheinbaum, sin profundizar en los problemas estructurales que aún afectan a millones de mexicanos ni en las dudas sobre la sostenibilidad de los subsidios como política central.

La mandataria también anunció que los pueblos originarios tendrán ahora acceso directo a presupuestos públicos, sin intermediación estatal o municipal, lo que —según ella— refleja un “nuevo nivel de gobierno”. Sin embargo, analistas han cuestionado que esta medida podría usarse más como herramienta de control político que como mecanismo real de autonomía.

En su discurso, Sheinbaum repitió el discurso de confrontación con el pasado, criticando a los gobiernos anteriores por beneficiar “a unos cuantos y a sus bolsillos”, y reivindicó que el proyecto de la 4T fue respaldado “por el pueblo”. Afirmó que el cambio actual, a diferencia de otros momentos históricos como la Independencia o la Revolución, se logró de forma pacífica a través de las urnas.

También cuestionó el modelo económico de las últimas décadas, acusando a los gobiernos del periodo neoliberal de promover una visión subordinada a lo extranjero, mientras defendía que la 4T apuesta por lo “nacional y popular”.

Pese al tono triunfalista, los desafíos estructurales persisten: la precarización laboral, la informalidad, el estancamiento económico y los problemas de seguridad siguen marcando el día a día de millones de mexicanos. Las cifras oficiales de pobreza han sido puestas en entredicho por especialistas que advierten un uso político de los datos y una dependencia creciente de la población a los apoyos gubernamentales sin soluciones de fondo.

Aunque Sheinbaum intenta posicionarse como continuidad del “movimiento de transformación”, para muchos críticos, su discurso sigue apostando al relato ideológico más que a resultados verificables.