La Caneb advierte que con la suspensión de las exportaciones, habrá una disminución de la demanda de grano para su procesamiento y se producirá menos aceite, por lo que en 2025 el problema de escasez y encarecimiento puede retornar.

Los sectores vinculados al comercio exterior, los empresarios privados,  legisladores y líderes cruceños, rechazaron la decisión de prohibir las exportaciones de aceite comestible, porque restará el ingreso de divisas y advierten que la escases de este producto puede profundizarse en 2025. Además, cuestionan que se ataque a la producción y no a los sectores que especulan con este alimento.

El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, indicó que la medida puede significar pan para hoy, pero hambre mañana, porque una vez que se levante la restricción, no es que se exporta inmediatamente. Con la suspensión se rompe la cadena de abastecimiento, los contactos comerciales y será difícil retomar a futuro.

Además advirtió que esto es una mala señal para la campaña de verano, porque si no se puede exportar, habrá una disminución de la demanda de grano para su procesamiento y se producirá menos aceite y el problema de escases y encarecimiento volverá.

“Si la industria no tiene posibilidades de exportar aceite, va a reducir sus compras de grano, de girasol con lo cual los productores primarios se verán afectados y el resultado será una menor oferta de aceite”, advirtió.

Según Olguín, la producción de aceite es uno de los que tiene mayor valor agregado y mayor industrialización. “Si bien la exportación de aceite comestible genera 110 millones de dólares, con la suspensión, se afecta a todo el complejo oleaginoso, que abastece de alimento al sector avícola, porcinocultor”, precisó.

La Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), advirtió que “La suspensión impuesta a la exportación de aceite es una medida regresiva que genera un peligroso precedente y dificulta aún más la grave situación del sector industrial y exportador”.

Aseguró que le corresponde al gobierno combatir el contrabando, defender al consumidor, proteger las fuentes de producción e impulsar las exportaciones, pero cuando hace lo opuesto incurre en una peligrosa incoherencia y levanta una barrera al esfuerzo y la voluntad de los bolivianos para salir adelante.

“Coincidimos en la importancia y la necesidad de combatir el agio y la especulación en los precios de los alimentos, para ello es imprescindible diagnosticar adecuadamente el origen del conflicto y solucionarlo de manera puntual, rápida y eficiente”, precisó.

Advirtió que el desabastecimiento de aceite no se solucionará afectando a la industria, sino más bien enfrentando oportunamente las causas que lo generan.

Para la CEPB el diálogo es siempre la mejor manera de prevenir y solucionar las diferencias, y de evitar que se pongan en riesgo a los sectores empresariales que ya sufren las consecuencias de una crisis persistente”.

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, coincidió que la suspensión de la exportación de aceite se da en momentos que más se necesita de divisas por la caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN).

Añadió que la disposición no solucionará la elevación del precio y la escasez, a pesar que el sector industrial en las reuniones sostenidas garantizó el abastecimiento y aseguró que se contaba con un stock suficiente de seguridad.

“Si el problema no está en la industria, el problema se da en comercialización, donde gente inescrupulosa oculta y especula con el aceite y lo saca ilegalmente por contrabando a la inversa”, subrayó Rodríguez.

Ataque artero a Santa Cruz

El gobernador cruceño en la cárcel, Luis Fernando Camacho, en su cuenta de la red social X calificó la decisión de suspender las exportaciones de aceite como un “ataque artero a Santa Cruz”.

“Claramente estamos antes acciones destructivas del presidente Luis Arce contra Santa Cruz, que busca aniquilar sus industrias, su modelo productivo y principalmente la economía del pueblo cruceño”, detalló.

No es casualidad, dijo que Arce, primero, ataque verbalmente a “nuestro pueblo” diciendo que Santa Cruz está “jugando sucio”, tratando de poner al resto del país en contra de este departamento, que lo único que ha hecho es sostener la seguridad alimentaria de todos los bolivianos.

“Horas más tarde, Arce dispone la suspensión total de las exportaciones de aceite vegetal en el país; afectando intencionalmente a uno de los sectores más fuertes del empresariado cruceño, y principalmente atentando contra la estabilidad laboral de miles de cruceños que sostienen sus hogares con el trabajo desempeñado en la industria aceitera, sector clave del Modelo Productivo Cruceño”, agregó Camacho.

El empresario Samuel Doria Medina, desde la red social X sostuvo que el Gobierno suspende las exportaciones de aceite en un momento en el que necesita dólares desesperadamente.

“Estas cosas ocurren cuando no se aplica un plan integral contra la crisis. Los parches resuelven por poco tiempo un problema y crean otros. Son como poner el dedo en un agujero para evitar que salga agua y conseguir que salga por otras partes. Este parche para evitar que suba el precio del aceite, tendrá consecuencias en otros aspectos de la economía”, advirtió.

El diputado de Comunidad Ciudadana, José Luis Porcel opinó que con la suspensión de las exportaciones se aceite dejarán de ingresar divisas y se puede cortar a futuro los mercados. «El problema no está en los productores, sino en la especulación, pero por qué se da esto, por un principio elemental, que se llama tipo de cambio”, puntualizó.

La diputada de CC, Luisa Nayar también criticó la determinación y en su red social X escribió:

“La decisión de suspender las exportaciones de aceite, del gobierno de incapaces y corruptos del MAS, bajo la suposición de @LuchoXBolivia, en sentido de que los cambitas nos están jugando sucio, constituye un acto suicida que confirma el propósito gubernamental de destruir a la iniciativa privada y con ello darle la estocada final a nuestra economía”.

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