Por: Mauricio Medinaceli Monrroy
Para alegría de mi amigo @mauracio, probablemente sin aceituna : )
Hoy en día está de regreso una vieja discusión acerca de la forma cómo un país gestiona su tipo de cambio; algunos a favor del flexible, otros fans del fijo, los nostálgicos apoyan el dirigido, etc. En este post pretendo explicar de qué va todo esto.
Primero entender que el tipo de cambio es un número que refleja, usualmente, cuántos Bs se pueden cambiar por 1 dólar o, por 1 euro o, por 1 sol, o por la moneda extranjera que usted desee. A mí me gusta llamarle un precio, como cualquier otro, pero con un impacto significativo en la economía.
Segundo. Un tipo de cambio fijo es lo que vivió Bolivia los últimos años, es decir, un dólar es equivalente a Bs 6,96 no importa lo que suceda en la economía o en el resto del planeta. Los bolivianos sabíamos que Bs 6,96 era el “cambio” a dólares.
Tercero. Un tipo de cambio flexible es aquel que sube y baja de acuerdo con las condiciones de la economía (o de mercado) nacional o internacional. Un día el dólar puede ser equivalente a Bs 7,00, al día siguiente Bs 7,50 y la siguiente semana Bs 5,00. Es decir, estos cambios son flexibles, de ahí el nombre.
Cuarto. Un tipo de cambio administrado es aquel que cambia de forma regular cada cierto período de tiempo. Bolivia vivió algo así en los noventa y parte de los 2000. Todos sabíamos que, más/menos, “el dólar subía un punto cada mes”. Los economistas que se las dan de “duchitas”, le llaman a esto “flotación sucia”.
Hasta aquí espero que estos conceptos están más o menos claros. Ahora vienen los detalles donde está ese pequeño diablillo.
¿Cuál es la magia detrás del tipo de cambio fijo? ¿Es cuestión de que el Banco Central y las casas de cambio publiquen todos los días el mismo número? Pues no. Para que ese pequeño número, hoy en día de Bs 6,96, se mantenga en su lugar, el Banco Central debe intervenir todos los días. Imagine que de pronto todos queremos el último celular Samsung, dado que no producimos estos teléfonos, debemos comprarlos de China. Usted entenderá que a los chinos no les interesan nuestros Bs, por ello, debemos pagar con dólares. De esta forma la demanda de dólares sube y para que su precio se mantenga en el bendito Bs 6,96, en Banco Central saca dólares de su chanchito, los economistas “duchitas” dirán “utiliza las reservas del Banco Central”.
Lección 1: Mantener un tipo de cambio fijo exige, usualmente, un chanchito poderoso, es decir, las reservas del Banco Central deben ser saludables.
¿Cuál es la magia detrás del tipo de cambio flexible? Que cuando se incrementa la demanda de celulares, sube la demanda de dólares y el Banco Central solo observa de palco. ¿Cómo se estabiliza el mercado de dólares? Pues muy sencillo, ante una mayor demanda de dólares, el tipo de cambio sube de digamos Bs 6,96 a Bs 8,00. Lo mismo que sucede con las entradas al clásico The Strongest – Bolívar, cuando mucha gente va al estadio, entonces el precio de los revendedores sube. Ahora bien, al tipo de cambio de Bs 8,00, un celular que vale USD 200, al cambio en Bs sube de precio a Bs 1,600; en simple, los precios suben y, con alta probabilidad, se genera inflación.
Lección 2: Un tipo de cambio flexible podría generar mayor inflación… aunque no siempre es el caso, pero la preocupación es latente.
Entre estos dos extremos los países inventaron muchos mecanismos, la flotación sucia, bandas, etc. Lo cierto es que no hay una receta y existen argumentos a favor y en contra para cada mecanismo.
Algunos países decidieron olvidarse de este dolor de cabeza y adoptaron el dólar estadounidense como moneda oficial, por ejemplo Ecuador. ¿Ello es como un tipo de cambio fijo? Yo soy de los que opinan que no. Viví en Ecuador dos años y realmente la percepción de la gente es que sus vidas mejoraron gracias al uso de dólares. De hecho, la Sra. que nos ayudaba en casa nos dijo que la “dolarización” de la economía le mejoró la vida.
Ecuador estuvo muchas veces tentado a dejar los dólares y regresar a la moneda nacional… la propia gente lo impidió y esa, señores, es la razón por la que digo que no es equivalente a un tipo de cambio fijo. Cuando la moneda nacional, digamos los Bs en Bolivia o los viejos Sucres en Ecuador, aún está en circulación, por más tipo de cambio fijo que exista, el Gobierno siempre “tiene a la mano la maquinita para emitir billetes”.
Será de otros posts donde comente cómo el tipo de cambio afecta a las exportaciones, importaciones, el sistema financiero, el leasing de BoA, etc. Ahora solo quise explicar qué es esto de fijo vs. flexible.
Quiero terminar como los antiguos capítulos de Batman de la TV, con algo de suspenso.
Lo cierto es que cuando la economía se descontrola y surgen más de dos tipos de cambio, oficial y paralelo (blue, mercado negro, etc.) las oportunidades de corrupción son infinitas y eso, señores, da rabia y será motivo de otro post.
Un abrazo
S. Mauricio Medinaceli Monrroy
Bogotá
17 de enero de 2025
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