Pese a dos días de violencia extrema, incluyendo la muerte de tres policías, grupos afines al evismo mantienen este jueves al menos 20 bloqueos en las principales rutas del país. Según la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), hay cortes en Cochabamba, Potosí, Oruro y Santa Cruz. Las protestas, iniciadas el 2 de junio, combinan demandas económicas con presión para que Evo Morales sea habilitado como candidato.

El presidente Luis Arce aseguró que no renunciará, afirmando que estas acciones responden al “capricho” de Morales y buscan desestabilizar al país. “Estamos aquí, no vamos a renunciar”, dijo en un mensaje emitido la noche del miércoles. Confirmó que continuarán los operativos policiales y militares “hasta lograr el objetivo del Gobierno nacional: de darle carreteras expeditas al pueblo boliviano”.

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Por su parte, Evo Morales sostuvo que el Gobierno reprime en lugar de escuchar al pueblo. “La protesta social, legítima y justa, es criminalizada. No se combate el hambre con bala”, escribió en sus redes sociales. Mientras tanto, las rutas siguen bloqueadas, el conflicto se agrava y ninguna de las partes cede en sus posturas.