Donald Trump, al asumir como el 47° presidente de Estados Unidos, anunció una serie de medidas prioritarias, destacando su enfoque en la inmigración y la seguridad nacional. En su primer discurso, Trump declaró una «emergencia nacional» en la frontera entre EE.UU. y México, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal. Para ello, envió tropas a la zona y comprometió esfuerzos para «arreglar el desastre» en la región. Esta medida apunta a combatir la inmigración indocumentada y reforzar el control en la frontera sur del país.
El presidente no solo se refirió a la inmigración, sino también a la creciente amenaza de los carteles mexicanos del narcotráfico, a quienes calificó como «organizaciones terroristas». Trump enfatizó su intención de tomar medidas drásticas contra ellos, como parte de su compromiso con la seguridad nacional. «La era dorada de Estados Unidos empieza ahora», señaló el presidente, destacando su enfoque en crear una nación «orgullosa, próspera y libre».
En su discurso, Trump también abordó el tema de América Latina, específicamente en relación con el canal de Panamá. El presidente afirmó su intención de recuperar el control del canal, actualmente gestionado por China, y denunció las tarifas desproporcionadas impuestas a los barcos estadounidenses. «Vamos a recuperar lo que es nuestro», afirmó Trump sobre el canal, destacando su deseo de cambiar la situación económica y geopolítica en la región.
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