Gary Rodríguez, gerente del IBCE, señala que la medida tomada por el Gobierno podría tener efectos contraproducentes sobre la producción y el mercado interno de alimentos.
Sábado, 14 de diciembre de 2024 (Encontrados).- El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, manifestó su preocupación respecto a la reciente decisión del Gobierno de frenar las exportaciones de aceite, señalando que esta medida no solo es ineficaz para combatir el desabastecimiento interno, sino que podría intensificar el contrabando y la especulación en el país. Según Rodríguez, la verdadera causa de la escasez de aceite no radica en los productores ni exportadores, quienes más bien podrían ser parte de la solución, sino en la comercialización, donde el acaparamiento, el ocultamiento y la especulación juegan un papel crucial.
El ejecutivo del IBCE explicó que la exportación de aceite no es el origen del desabastecimiento, sino que este fenómeno responde en gran medida al contrabando hacia países vecinos. Rodríguez argumentó que los bajos precios en el mercado local, con una botella de 900 gramos a solo 11 bolivianos, generan un incentivo para que comerciantes se dediquen a la compra y venta ilegal del producto en el exterior, donde el precio es considerablemente más alto.
“Este precio es artificialmente bajo debido a los altos costos de producción, los cuales se ven incrementados por la falta de insumos, diésel y dólares. Sin embargo, la industria está obligada a mantener los precios regulados desde 2008, lo que genera un desajuste entre los costos reales y el valor de venta», señaló Rodríguez en una entrevista con la red Uno.
El gerente del IBCE destacó que el contrabando es una de las principales causas del desabastecimiento en el mercado interno, ya que los comerciantes compran el aceite a precios bajos y lo revenden en el extranjero a un precio mucho más alto, como en Perú, donde el litro se vende a 33 bolivianos. Para contrarrestar esta situación, Rodríguez pidió al Gobierno adoptar medidas más efectivas contra quienes infringen la ley, como los acaparadores y especuladores.
El IBCE, que es una institución privada de promoción del comercio, instó al Estado a ofrecer señales claras y contundentes para frenar el contrabando y garantizar que los productores nacionales puedan vender a precios justos sin que su producción se desvíe hacia mercados ilegales.
Esta advertencia surge en un contexto de creciente preocupación por el impacto que las decisiones del Gobierno pueden tener sobre la producción y distribución de productos básicos en Bolivia, en un momento crítico para la economía del país.
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