El empresario niega intereses ocultos mientras enfrenta ataques del MAS y avanza con propuestas para derrotar al oficialismo
El empresario y presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure, ha pasado de ser una figura destacada en los negocios y el deporte a posicionarse como uno de los actores clave en el panorama político boliviano de cara a las elecciones generales de 2025. Aunque insiste en que no aspira a la presidencia del Estado, Claure asegura que su misión es “colaborar” con el próximo mandatario para sacar a Bolivia de la profunda crisis económica que enfrenta.
Hasta ahora, el empresario ha realizado dos encuestas para medir la preferencia electoral de los bolivianos y ha propuesto financiar unas elecciones primarias digitales para elegir a un único candidato opositor que enfrente al gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), partido que administra el país desde hace casi dos décadas. Sin embargo, su activa incursión en la política le ha valido fuertes cuestionamientos, especialmente por parte de las facciones internas del MAS, que lo acusan de tener intereses ocultos en torno al litio.
Claure ha negado estas acusaciones en múltiples ocasiones, pero los señalamientos persisten. Incluso, en redes sociales han circulado memes en los que se lo identifica como el “virrey del imperio” con ambiciones sobre el estratégico mineral. Lejos de ignorarlos, el empresario compartió uno de esos memes y respondió con contundencia: “Mientras más me atacan, más fuerte me convierten”. Además, lanzó una frase dirigida a sus detractores: “Masistas: el ladrón siempre cree que todos son de su condición, porque juzga según su propia sombra”.
Por su parte, la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, se sumó a las críticas contra Claure durante una conferencia de prensa. “Algunos actores están jugando, sacando encuestas, para ver por dónde se mueven cuando hay un claro interés por los recursos naturales, el litio”, afirmó, en referencia al empresario.
A pesar de las polémicas, Claure mantiene su postura de impulsar una alternativa opositora sólida para derrotar al MAS en las urnas. Su estrategia incluye el uso de herramientas tecnológicas, como las primarias digitales, y su capacidad de movilizar recursos económicos, lo que podría marcar un antes y un después en la forma en que se desarrolla la política en Bolivia.
Mientras tanto, el debate sobre sus verdaderas intenciones sigue alimentando discusiones en medios de comunicación y redes sociales, donde tanto sus seguidores como sus detractores se enfrentan en un contexto cada vez más polarizado de cara a las elecciones de 2025.
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