Por: Carlos Federico Valverde Bravo
scribir y decir lo que pienso que debo decir (no lo que me de la gana), lo vengo haciendo desde que me gané un lugar en el periodismo hace un poco más de 25 años, “por más que me lluevan insultos, descalificaciones o maniobras políticas”, textual, de un discurso de Jorge Tuto Quiroga, el viernes 4 de abril, ante sus afines políticos, cuando decía: “Tenemos cuatro meses y medio para hacer ese trabajo (de encuestas) y tengo una voluntad clara, que ya demostré el 2020, o soy el mejor candidato o apoyo al otro que sea mejor”, dijo a la audiencia de afines a su proyecto político. (https://eju.tv/2025/04/tuto-quiroga-pide-reunion-con-cabezas-de-la-oposicion-para-intentar-salvar-la-unidad/#google_vignette)
Dicho esto, seguiré criticando lo que, para mí, es un error de apreciación de parte del precandidato que busca hacerse de la representación de una parte de la oposición que enfrentará a lo que quede del MAS, en las elecciones de agosto venidero.
A tiempo de asegurar que no se baja de la intención de ser “el candidato”, el expresidente escribió una carta a Carlos Mesa, que se publicó, pidiendo una reunión con las diferentes tendencias de la mesa de unidad, a fin de “intentar salvar” la unidad, la que, de acuerdo a lo que hemos leído tiene, además de otras consideraciones, algunas condiciones: La fiscalización de todos los involucrados, si se recupera la discreción de datos y si hay “legalidad” (https://eldeber.com.bo/pais/tuto-quiroga-pone-tres-condiciones-para-llevar-adelante-la-encuesta-del-bloque-de-unidad_509327/).
¿Qué pretende Tuto Quiroga con eso de que hay 4 meses y medio para hacer el trabajo de la unidad?, se pregunta uno como interesado en analizar los procesos políticos, porque, convengamos que 4 meses en una campaña interna es un tiempo demasiado valioso como para desperdiciarlo en la interna que no define candidato, porque la realidad es que esos 4 meses (y medio) debieran ser aprovechados para convencer al votante, que elija esa opción diferente que se le oferta, que es la vereda del frente, de aquella de los últimos 20 años, que son los que nos trajeron a la situación en la que nos encontramos.
Si alguien piensa que estamos malentendiendo lo dicho, no es así; simplemente quiero reconocer que ese es el extremo, pero, conociendo la política boliviana, en la que me intereso desde hace 50 años (escribí mi primer artículo en el viejo y extinto “El País”, a los 19 años edad) aseguro que, si las cosas no salen como el que esté abajo en las encuestas internas espera, puede intentarse dilatar algo que ya estaba acordado, aunque se usen argumentos, para mí, errados, como ese de que se corre el riesgo de ilegalizar la candidatura, como ocurrió en el Beni, hace algunos años, cuando se cruzó a Ernesto Suárez de manera ilegal, porque así lo mandaba Evo Morales. Al tema me referiré más adelante; lo que pretendo en este texto es recordarnos a todos que la Mesa de Unidad, presentó hace unos días las reglas de cómo se iban a realizar la encuestas, que eran 3, una de cada uno de los contendientes y la tercera, aunque no lo quieran reconocer se iba a encargar, además de recoger su propia encuesta, de revisar lo que hagan las otras 2 empresas.
Fuimos críticos con la forma y con las preguntas, cuestionamos el afán de mantener vigente a Evo Morales incluyéndolo en la muestra, sabiendo, de nuestra parte que él está constitucionalmente impedido de hacerlo, pero además, aseguramos que su presencia distorsionaba cualquier resultado; argumentos varios surgieron para “justificar la barbaridad”, como el hecho de que el huido genera opinión… pero ya no importa, porque lo que importa es que no hubo encuesta, a partir, desde mi punto de vista, de que el que reclama legalidad (Jorge Tuto Quiroga Ramírez) salió detrás de su contendiente directo (Samuel Doria Medina) en las encuestas de Red Uno y la de Marcelo Claure.
Repárese que de la parte “perdedora” tuvo el cuidado de no referirse a las encuestas citadas, sino que se cuestionó la encuesta propia; la que se había acordado como “mesa de unidad” porque “se deslizaron métodos y preguntas” por parte de los otros (alusión al contendiente directo) que invalidaban el resultado…
Llegado el tiempo de hacer la encuesta, supimos de una carta en la que se reclama a Tuto Quiroga el incumplimiento de tareas urgentes que permitan hacer una encuesta cuyos resultados no serían publicados y, nada pasó; por el contrario, Tuto Quiroga convocó a conferencia de prensa muy crítica de la interna, en la que daba la sensación de que se bajaba del acuerdo (que fue medio forzado), de diciembre del 2024.
Ante el desconcierto general causado por lo dicho en la conferencia, emite la carta donde pone condiciones y uno se pegunta… está tan consolidada la llamada mesa o bloque de unidad como para mantener la idea de que la gente puede esperar, porque: “cualquiera de los dos” será lo mismo; que lo importante es la unidad para sacar al MAS del gobierno, que “primero hay que llegar y luego se piense en gobernar”, o como dice mi amigo el Negro Arias, que la encuesta no hace la unidad, pero en ello se pensó desde el comienzo y tenían todo listo, hasta que otras encuestas generaron el descontrol, porque a uno de los 2, no le gustó el resultado, o Carlos Hugo Molina, mi querido primo y amigo que asegura que solos no le ganan al MAS, o sea, desahuciando lo que puedan hacer por fuera, sin pensar que lo mismo se decía el 2019, en el fraude de Evo Morales, cuando pese a ello hubo un voto útil por Carlos Mesa y, había otros candidatos de oposición, como los hay ahora.
Para mí, la gente define y, la encuesta, si se la hace bien, puede ser el elemento impulsor de una ciudanía que, se siente, abiertamente contraria al MAS esa sensación es propia y no definitiva, ya que lo que debe hacerse, no se lo está haciendo… no hay imagen de unidad ni, certidumbre de la misma..
Que viene Andrónico, que el voto oculto… por favor Andrónico no es nadie diferente sino parte de este gobierno. Este país y su gente estamos peor que cuando lo presidía Evo Morales. Entendamos, más allá de lo que pueda hacer, Andrónico no está bajando del cielo y podrá intentarlo, en una de esas se desteta de su mentor, pero es parte ellos 20 años pasados… ¿no se le puede ganar? ¿En serio? ¿Tan poco valen los candidatos del frente? ¿O se necesita una “unidad” de mentira, sin sustento real, simplemente para mostrar bollo y montonera?
Aquí volvemos a la idea planteada de que un acuerdo un programa y un candidato debieron ser los impulsores, pero ellos decidieron “unirse” a su manera… eso es lo que debe preocupar en serio, porque no se habla de colaboración o acuerdos posteriores. ¿ En que situación nos deja eso a todos?
Lo otro… la supuesta violación de legalidad no es tal, las encuestas no violan legalidad alguna. ¿Y si se filtran? Preguntan algunos, sin entender que si no se publica por parte de la mesa de unidad y sus portavoces, en este caso Carlos D de Mesa Gisbert, nada se destruye, los argumentos de inhabilitación de Ernesto Suárez ya no están vigentes, por el fallo constitucional que generó tal hecho y, hay que reconocerlo, por el desafío de Tuto Quiroga que mostró sus encuestas y desafió a que lo invaliden.
Decenas de expertos desahucian los argumentos de Tuto, quien se empecina en no definir nada, sabiendo que la falta de definición inmediata juega en favor del oficialismo ¿por qué? él sabrá. Esto va tan mal como el país; no hablen de unidad si no son capaces de generarla.
Tenía que decirse y se dijo. “Por más que me lluevan insultos, descalificaciones o maniobras políticas” dijo Tuto Quiroga y lo dejo ahí, recordando que en 20 años escribí 6 libros de denuncia al régimen; hice un documental, también de denuncia y nunca dejé de hacer mi programa, incluso desde mi autoexilio, (radio, Tv y RRSS, además de escribir)… mientras otros se declaraban (en algunos casos era cierto) perseguidos políticos y, desde su cómodo exilio nunca se manifestaron contra Morales… en fin…” unos trabajan de trueno y … es pa` otros la llovida” (Coplas del payador perseguido – Atahualpa Yupanqui – 1966).
Carlos Federico Valverde Bravo es periodista.
El presente artículo de opinión es de responsabilidad del autor y no representa necesariamente la línea editorial de Encontrados con Gonzalo Rivera
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