Armin Dorgathen, presidente de la estatal petrolera, advierte que el abastecimiento depende de las asignaciones del Ministerio de Economía y que el déficit acumulado en el primer semestre supera los $us 300 millones.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Armin Dorgathen, reveló que la empresa no cuenta con los recursos suficientes para atender la sobredemanda de diésel que se ha generado en el país, especialmente en regiones productivas como Santa Cruz, lo que explica las largas filas en surtidores y terminales de buses. “Estamos despachando al 100%, pero ese 100% ya no es suficiente. Para reducir drásticamente las filas necesitaríamos sobredespachar al 110% y no tenemos los fondos para hacerlo”, afirmó.
En entrevista con el programa Dinero 360 de El Deber Radio, Dorgathen fue claro: “El Ministerio de Economía y el Banco Central asignan los recursos. Nosotros solo podemos importar la cantidad de combustible que podemos pagar. Nos dan para comprar 55 o 60 millones de dólares por semana,despachamos normal. Pero para atender la demanda actual, se necesitarían unos $us 63 millones semanales durante al menos tres díasseguidos”.
El ejecutivo detalló que, debido a esta limitación presupuestaria, durante semanas críticas YPFB operó con apenas el 60% o 70% del volumen necesario, lo que generó desabastecimiento. Además, reconoció que el fenómeno de acopio y reventa ilegal de diésel —por parte de actores que compran miles de litros en lugar de los 40 o 50 habituales— distorsiona la demanda real y complica aún más el suministro.
Efecto dominó en la producción agrícola
Dorgathen también respondió a las quejas de sectores como el cañero y el soyero, que denunciaron escasez de combustible durante la actual campaña agrícola. Indicó que los ingenios que tienen contrato con YPFB, como Guabirá y Aguaí, están recibiendo el diésel subvencionado sin interrupciones. Pero admitió que la logística para llegar a pequeños y medianos productores es compleja y requiere coordinación constante con las organizaciones gremiales.
“La zafra no es un hecho extraordinario, ocurre todos los años. Pero hoy estamos en un punto en que debemos pensar estructuralmente. Hemos iniciado un camino hacia la autosuficiencia con biocombustibles y mayor producción nacional, pero eso toma tiempo”, explicó.
Tres pilares para una solución estructural
Dorgathen planteó que la única salida sostenible para Bolivia es reducir su dependencia de las importaciones. En ese marco, señaló tres pilares:
1. Incrementar la producción nacional de petróleo, que cayó de 10.000 barriles diarios en 2006 a 2.800 en 2023, pero que se está revirtiendo con nuevos pozos y descubrimientos como Mayaya y Remanso.
2. Desarrollar la industria de biocombustibles, con dos plantas de biodiésel ya operativas y una tercera lista para construcción. Esta última permitiría producir biodiésel 100% renovable (tecnología HBO).
3. Optimizar la logística de importación,mejorando puntos estratégicos como la terminal de Sica Sica, que pasó de despachar 70 a 150 camiones diarios, y el nodo en Asunción, que podría convertirse en el más barato del país.
“No hay solución mágica ni demagógica. Hablar de vender a Bs 5 sin subsidio es imposible. Tampoco es estructural prestarse dinero. Necesitamos producción nacional y una logística eficiente”, dijo.
Capacidad de refinación y cuellos de botella
Actualmente, las refinerías operan al 40% de su capacidad, lo que limita la transformación de crudo nacional e importado. Dorgathen explicó que incluso con máxima producción interna, Bolivia seguirá necesitando importar combustible durante los próximos años. Añadió que importar crudo es más complejo logísticamente que traer diésel o gasolina refinados, porque el proceso toma hasta siete días y requiere tanques específicos, lo cual retrasa aún más la llegada del combustible a los surtidores.
Jet fuel y líneas aéreas
Respecto al abastecimiento de combustible para aviación (jet fuel), aseguró que está garantizado. Durante los bloqueos, hubo alertas debido al almacenamiento concentrado en Cochabamba, pero actualmente se opera con normalidad en todos los aeropuertos del país.
Déficit de más de $us 300 millones
Finalmente, el titular de YPFB reveló que el déficit acumulado por falta de recursos asignados supera los $us 300 millones en el primer semestre. “En varias semanas recibimos solo $us 40 millones en lugar de los 60 que necesitamos. Así no se puede mantener el abastecimiento pleno. A veces creo que después nos van a extrañar”, dijo, en tono irónico.
En un año marcado por tensiones económicas y escasez de divisas, YPFB se convierte en el eslabón crítico entre la necesidad de mantener subsidios y las limitaciones fiscales del Estado boliviano. La solución estructural, advierte Dorgathen, será tarea del próximo gobierno.
\\El Deber//
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