El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, reveló que solo dos empresas mineras han importado combustible para consumo propio tras la liberación de importación y comercialización de hidrocarburos por parte del Gobierno, medida destinada a paliar la escasez de combustibles en el país. Según Dorgathen, de ocho empresas que solicitaron permisos, únicamente dos ejecutaron la compra.

“No nos olvidemos que fue un pedido del sector productivo en varias reuniones (…). Hace varios meses nosotros habilitamos la importación para consumo propio”, comentó Dorgathen, señalando que hasta ahora nadie ha solicitado permisos para la libre comercialización.

La medida, destinada a aliviar la crisis de carburantes, no ha logrado su objetivo, ya que persisten largas filas en surtidores, principalmente de transporte pesado, donde solo opera el 20% de los vehículos, mientras el 80% permanece en espera. Además, las autoridades no han logrado cumplir el plazo de 10 días para normalizar el suministro.

Dorgathen criticó al sector productivo de Santa Cruz por esperar diésel subvencionado a pesar de tener capacidad para importar combustible con ingresos en dólares generados por exportaciones. “No vamos a taparnos los ojos y decir que todos son pequeños productores. Hay grandes productores que podrían tranquilamente importar el combustible, pero no lo hacen”, afirmó.

El transporte internacional también fue cuestionado por no gestionar su propio abastecimiento, a pesar de recibir pagos en dólares fuera del país. Mientras tanto, la falta de interés del sector privado en usar el mecanismo autorizado complica la situación.