El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, manifestó su inquietud respecto a la vulnerabilidad de los edificios altos del eje troncal del país ante movimientos sísmicos, destacando que el 90% de estas construcciones carecen de bases antisísmicas adecuadas.
Durante su reporte oficial sobre los recientes sismos, Calvimontes subrayó que muchos edificios altos han utilizado protocolos internacionales de construcción que no se ajustan a la realidad sísmica de Bolivia, según los colegios de ingenieros.
Los informes del Observatorio de San Calixto revelan que el crecimiento desmesurado de la construcción podría agravar los efectos de un sismo, poniendo en riesgo las estructuras en ciudades como La Paz, Cochabamba y Santa Cruz.
El viceministro también enfatizó la importancia de medir las capacidades de respuesta del país ante fenómenos sísmicos. «Lo ideal sería instalar sensores sísmicos para evaluar la intensidad de los movimientos y determinar si es necesario evacuar. Muchas veces es más seguro mantener a las familias en un lugar protegido si el sismo no es de gran intensidad», explicó.
Calvimontes recordó que el Ministerio de Obras Públicas publicó el año pasado una norma sobre construcciones antisísmicas, elaborada en colaboración con universidades y sociedades de ingenieros, y destacó la necesidad de socializar esta información sin generar pánico.
El reciente sismo de 7,4 de magnitud en la escala de Richter, que sacudió Chile y se sintió en varias ciudades bolivianas como Cochabamba, Sucre, Tarija y Santa Cruz, ha puesto en alerta a las autoridades sobre la importancia de estar preparados y contar con edificaciones seguras.
El Gobierno está enfocado en capacitar a las familias, identificar zonas críticas y medir la capacidad de respuesta ante estos fenómenos naturales para enfrentar cualquier situación extrema con todas las medidas preventivas necesarias.
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