Los 133 cardenales menores de 80 años se instalan desde este martes en la residencia de Santa Marta y un edificio adicional para participar del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco. Desde el miércoles 7 de mayo a las 15:00, la Santa Sede cortará toda comunicación externa, como teléfonos e internet, para garantizar el aislamiento de los electores.

Durante las reuniones previas al cónclave, los cardenales abordaron temas como las finanzas vaticanas, abusos sexuales, la unidad de la Iglesia y el perfil del próximo pontífice. “Están los candidatos, por así decirlo, naturales (…) Pero no hay ninguno que ‘aplaste’ a los demás”, explicó el cardenal Jean-Paul Vesco. También señaló que hay al menos “cinco o seis” con posibilidades.

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La elección se realizará en la Capilla Sixtina, bajo el fresco del Juicio Final. Afuera, miles de personas observarán la tradicional chimenea, esperando la fumata blanca que anuncie al 267º papa. Mientras tanto, el personal que asiste en este proceso juró guardar secreto, bajo pena de excomunión.