El Gobierno de Bolivia anunció denuncias internacionales contra Evo Morales por crímenes de lesa humanidad, terrorismo y actos subversivos, luego del asesinato de cuatro policías durante los bloqueos en Llallagua, Potosí. Las víctimas fueron torturadas, mutiladas y ejecutadas con extrema violencia, como en el caso del subteniente Christian Calle, cuyo cuerpo fue destrozado por dinamita. También se reportó la muerte de un civil en Cochabamba. Las denuncias se presentarán ante la Corte-IDH, la Comisión Interamericana, el Alto Comisionado de la ONU y el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
El vicecanciller Elmer Catarina calificó estos crímenes como atentados planificados contra la democracia, mientras que ministros y autoridades policiales identificaron a los responsables como grupos irregulares armados vinculados a Evo Morales y con base en la zona del ayllu Chullpa, conocida como “México Chico”. Allí operan francotiradores, paramilitares y narcotraficantes, según el Gobierno.
El abogado constitucionalista Jorge Santistevan afirmó que estos hechos revelan la existencia de una organización criminal con estructura militar y objetivos golpistas. “No buscan una candidatura, buscan derrocar al Gobierno”, dijo. Aunque algunos sectores piden declarar estado de sitio, el Ejecutivo descartó esta medida para no afectar las elecciones.
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