El sector arrocero de Beni anunció medidas de presión, como un “tractorazo” y la toma de la planta de YPFB en Trinidad, ante la falta de diésel que mantiene paralizada la maquinaria agrícola. David Pérez, productor del departamento, advirtió: “Ya es insostenible el tema del combustible, estamos con la maquinaría parada. No podemos seguir trabajando”.

Los agricultores demandan alrededor de 7 millones de litros de diésel para iniciar la siembra la próxima semana y exigen que se autorice el transporte de carburante importado por empresas privadas. “Nos piden un montón de papeleríos que no los vamos a poder hacer”, reclamó Pérez, quien pidió permisos más ágiles y cisternas móviles para las zonas productoras. Además, denunció que “el diésel que llega a los surtidores se lo llevan todo los revendedores”, quienes lo venden entre Bs 12 y Bs 15, mientras que el precio regulado es inferior.

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La situación preocupa por el riesgo que implica para la seguridad alimentaria, ya que la falta de combustible compromete la producción de arroz y otros productos de la canasta básica. A esto se suma el encarecimiento de insumos como fertilizantes y agroquímicos, cuyo costo depende del dólar, lo que podría impactar en los precios finales al consumidor.