La confrontación entre Evo Morales y Andrónico Rodríguez profundiza la fractura dentro del MAS. Morales acusa al precandidato presidencial de traidor y de estar vinculado a la derecha, mientras Rodríguez, ahora líder de Alianza Popular, respondió con un reto público: si se demuestran las acusaciones, renunciaría al Senado y a su candidatura. En su defensa, pidió cesar los ataques y preservar la unidad de la izquierda.

En un ampliado del Trópico, Morales mostró supuestas pruebas que vinculan a Rodríguez con figuras como Camacho y Quiroga, señalando que su alianza incluye candidatos “golpistas” en Beni y Potosí. Mientras tanto, el bloque evista anunció movilizaciones en La Paz para exigir la habilitación de Morales, pese a que una reciente sentencia del TCP impide una nueva reelección presidencial. El exmandatario advirtió que las bases llegarán “si no es de a buenas, de a malas”.

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Rodríguez enfrenta recursos legales que podrían definir su postulación. Dos audiencias en La Paz y Beni, relacionadas con la situación del MTS, influirán en la validación de su alianza electoral. A su vez, el presidente Arce y su gabinete acusaron al evismo de intentar desestabilizar el proceso electoral, mientras el Gobierno y la Policía aseguran que garantizarán la realización de los comicios en agosto.