Por: Mauricio Medinaceli
Todos hablamos del subsidio a la gasolina, pero pocos sabemos realmente cuánto cuesta, a quién beneficia y cómo podría cambiar. Aquí van diez preguntas y respuestas sencillas para entenderlo.
- ¿Sólo los precios del diésel y gasolina están subsidiados?
No, todos los precios de la energía en Bolivia están subsidiados. El del GLP (garrafas), gas natural con el que cocinan las familias, la electricidad, el GNV que utilizan los automóviles y muchos más.
- ¿Cuáles son los precios de la gasolina y diésel oíl sin subsidio?
La respuesta tiene “truco”, porque no solo depende del precio internacional del petróleo, si no también, del tipo de cambio en Bolivia.
Primero ¿qué nos dice el mercado? Hay una empresa boliviana llamada Empacar que vende diésel oíl sin subsidio a (+/-) Bs 14 x litro.
Segundo ¿qué nos dice la ANH? Esta institución del estado (ver el link) sugiere que el precio “internacional” del diésel es Bs/litro 8.88 y de la gasolina Bs/litro 8.68. ¿Por qué la diferencia con Empacar? Porque, con alta probabilidad, la ANH utiliza el tipo de cambio oficial (no le queda otra) de Bs/USD 6.96; mientras que Empacar utiliza el tipo de cambio del mercado paralelo (ver el link) casi de Bs/USD 13.
¿Qué precios estimo yo? Con los precios internacionales actuales serían, Bs/litro 12.4 para la gasolina y Bs/litro 13.1 para el diésel oíl. Muy parecidos a los de Empacar dado que utilizo el tipo de cambio Bs/USD 13.
- ¿La decisión de cómo quitar el subsidio depende únicamente del impacto sobre la inflación?
Lastimosamente, no. Los precios de la gasolina y diésel oíl en Bolivia, históricamente estuvieron asociados a consideraciones políticas y fiscales.
Políticas, porque los técnicos estiman los precios con y sin subsidio, pero quienes la defienden usualmente son los políticos, entonces cabe la pregunta ¿cuánta crítica puede aguantar un político?
Fiscales, porque la eliminación del subsidio tiene impacto sobre el déficit en las finanzas del estado. Entonces, cuán altos serán los precios de la gasolina y diésel depende, también, de la meta sobre dicho déficit que tenga el gobierno.
- Para eliminar el subsidio ¿Basta con subir los precios y ya?
No, ahí está el detalle (como diría Mario Moreno). Al menos hay dos formas para subir los precios de la gasolina y el diésel: 1) à la Evo (como el año 2010, ver el link) o; 2) de forma más equilibrada. Veamos esto con el precio de la gasolina.
La siguiente Figura presenta el incremento del precio à la Evo, donde solo se incrementa el impuesto que pagan los consumidores (área roja llamada IEHD). En este caso, el precio del petróleo que recibe el productor y los márgenes de la cadena quedan intactos. Esta medida no es buena para recuperar la producción pero es jugosa para las arcas del estado.

Por otra parte, la siguiente Figura presenta un ajuste de precios más equilibrado (siempre para la gasolina). En este caso, no solo se incrementa el impuesto al consumo de gasolina (IEHD), si no también, el precio al productor y los márgenes de la cadena. Como se aprecia, el incremento al precio de los productores es notable (la parte amarilla), dado que utilicé los precios internacionales de productos terminados. Esta situación es buena para reactivar la industria, pero no tan jugosa para el estado, ya que la recaudación por IEHD es menor.

Dicho sea de paso. Hay un gran debate sobre cuál debiera ser la referencia internacional para los precios del petróleo que reciben los productores de petróleo en Bolivia, ver el link. Y ojo, no olvidar que la regalía del 11% y el IDH se pagan sobre el área amarilla.
- Ya sea con un incremento à la Evo o de forma equilibrada ¿El subsidio disminuye?
Sí, dado que sin importar que los precios nacionales se incrementen por mayores impuestos, márgenes o precios para el productor de petróleo , el subsidio a la importación de diésel y gasolina disminuye. Veamos algunos ejercicios numéricos.
Imaginemos que se eliminan los subsidios al diésel y gasolina (à la Evo) en enero del 2026 y además se realiza un ajuste del tipo de cambio, entonces los resultados fiscales son los que presento en la siguiente Tabla. En ella se observa que el ingreso del Estado (SPNF) se incrementaría en 11.3% del PIB, 9.2% porque se elimina completamente el subsidio y 2.1% por un incremento del IEHD.

Ahora imagine que se eliminan los subsidios, pero de forma equilibrada. La siguiente Tabla muestra que los ingresos del estado suben en 9.6% del PIB. Esta cifra es menor, porque el incremento en la recaudación del IEHD es menor. No se olvide que esta eliminación del subsidio es equilibrada (no à la Evo).

Ahora asuma que los precios de la gasolina y diésel oíl se incrementan a (+/-) Bs/litro 5.00 en enero de 2026 y luego, poco a poco durante cinco años; además el incremento se realiza de forma equilibrada (no à la Evo). Algo como esto:


Entonces los resultados fiscales son los que se presentan en la siguiente Tabla. En ella se observa que el déficit del SPNF podría disminuir en un poco más del 2% del PIB, el año 2026.

Entonces los resultados fiscales son los que se presentan en la siguiente Tabla. En ella se observa que el déficit del SPNF podría disminuir en un poco más del 2% del PIB, el año 2026.
- ¿Gradualidad o de shock?
Esto ya lo discutí en un post anterior (ver el link), pero puedo añadir lo siguiente. La realidad es más compleja que dos posiciones extremas. Como se vio en los ejercicios anteriores, se pueden mezclar políticas, ajuste parcial en enero y luego gradual hasta el 2030, por ejemplo. Sin embargo, lo que se debe tener en cuenta es que no existe solución perfecta. Eliminar los subsidios ayuda a las arcas fiscales pero golpea al consumidor. No eliminar los subsidios, ayuda al consumidor pero golpea al contribuyente.
- ¿Qué podemos esperar en términos de impacto sobre la inflación?
Gracias al PNUD de Bolivia pude dedicarle un tiempo a estimar los impactos sobre la inflación (que pronto será publicado). Una eliminación completa y de shock generaría una inflación entre el 10% y 12%. Como corolario, la nueva tarifa del minibús podría situarse entre Bs 3.50 y Bs 4.50.
Sí, el golpe sería fuerte y lo sentiríamos todos.
- ¿Sólo subsidia al estado boliviano?
No, también lo hace el sector privado y no me refiero a las petroleras e YPFB (que sí lo hacen), si no, a los maestros minibuseros ya que ellos pagan precios altos por el aceite, llantas, reparaciones, etc. Además «gastan» su tiempo en las interminables colas para conseguir combustible. Regalo gratuito de quien está sentado hoy cerca la Plaza Murillo.
- ¿Se pueden tener precios diferenciados?
Por ejemplo, un precio para el transporte público y otro para el dueño de un auto de lujo. Sí, todo se puede, finalmente es cuestión de aprobar un decreto supremo. El problema surge con la fragilidad de nuestras instituciones, si bien las soluciones tecnológicas pueden ayudar (apps y demás) a identificar a los bandidos; pero no creo que sea suficiente. Mucho más cuando el grueso del subsidio proviene del sector transporte.
Creo que hay alternativas para ayudar a los maestros del minibús. Por ejemplo, eliminar temporalmente el GAC a la importación de aceites y llantas. Precios diferenciados son el caldo de cultivo para la corrupción y no sé usted, pero yo estoy harto y cansado de la corrupción del sector petrolero en Bolivia en los últimos 20 años.
- ¿Hace cuánto tiempo vengo pidiendo la eliminación de los subsidios?
Son más de quince años que en este blog escribo sobre su eliminación, les invito a revisar la sección sobre impuestos y subsidios (ver el link). Curiosamente cuando mencioné esto en las redes, alguien me dijo que fue mi culpa el no haber difundido con más claridad estas propuestas de eliminación, quisiera decirle a ese alguien que cuando se planteaba la eliminación del subsidio (repito, hace más de quince años) no me bajaban de tonto neoliberal que odia al pueblo.
El año 2010 escribí que el subsidio a la gasolina es como tener una muela cariada (ver el link). Uno podía resolverlo en esa época yendo al dentista a tiempo ¿iba a doler? Sí, pero no tanto, como lo hará ahora. Como dijo un gran comentarista deportivo boliviano: “Nunca es fácil nada para los bolivianos”.
Una lluviosa mañana santafereña de 14 de octubre de 2025.
S. Mauricio Medinaceli
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