Un estudio piloto realizado a 120 mujeres indígenas de Bolivia, en comunidades cercanas a los ríos Beni y Madre de Dios, detecta niveles elevados de mercurio en el cabello, atribuibles al consumo de pescado contaminado por la minería aurífera ilegal. Según la investigación, “al menos nueve de cada diez personas evaluadas poseen niveles de mercurio total superiores a los máximos recomendados para la protección de la salud” y tres de cada cuatro presentan niveles asociados con riesgo cardiovascular.
La investigación, desarrollada por la Universidad de Cartagena, Seladis y Cedib, indica que el mercurio afecta principalmente al sistema nervioso central y actúa como disruptor endocrino, comprometiendo la salud hormonal de las mujeres, especialmente durante la gestación. Jesús Olivero-Verbel, experto colombiano, explica que la composición de los ríos amazónicos facilita la circulación del mercurio, aumentando la exposición de poblaciones que dependen del pescado como fuente de alimentación. Las muestras también evaluaron el funcionamiento del hígado, riñones y tiroides, y las entrevistas revelaron que estas comunidades viven en condiciones de extrema pobreza.
El estudio recomienda educación ambiental, consumo seguro de pescado, monitoreo continuo de mercurio y control de la minería aurífera. Óscar Campanini, director del Cedib, señaló que Bolivia es “el principal importador de mercurio del mundo” y que pese a la prohibición de 2023, la sustancia sigue ingresando ilegalmente. Según el Cedib, en el país operan más de 3.000 cooperativas mineras, de las cuales más de 2.000 explotan oro, alimentando la “fiebre del oro” y aumentando el riesgo de contaminación en las comunidades amazónicas.
Comentarios Recientes