La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación sobre los recientes enfrentamientos ocurridos en dos puntos críticos de Bolivia: la ruta Oruro-La Paz y la zona del Desaguadero, ambos escenarios de movilizaciones que derivaron en episodios de violencia.

El fiscal general, Juan Lanchipa Ponce, afirmó que las investigaciones se centrarán en garantizar la seguridad y los derechos de la ciudadanía. «Vamos a llevar adelante la investigación en todos aquellos hechos ilícitos que pongan en riesgo la integridad física o la vida de las personas», señaló, destacando la importancia de actuar con objetividad y legalidad, sin interferencias políticas.

Las tensiones en la carretera Oruro-La Paz están vinculadas a la «Marcha para Salvar Bolivia», liderada por el expresidente Evo Morales, que partió desde Caracollo, Oruro. La movilización, según los organizadores, busca llamar la atención sobre la situación política y económica del país.

Simultáneamente, en la región del Lago Titicaca, el grupo de los «Ponchos Rojos» ha intensificado sus protestas, exigiendo la renuncia del presidente Luis Arce. David Mamani, ejecutivo de la Federación Tupak Katari, justificó la movilización por el alza de precios, la pobreza, y el desabastecimiento de combustibles.

Entre los incidentes denunciados, figuran videos que sugieren el uso de armas de fuego, lo que ha elevado las preocupaciones sobre la violencia en las protestas. «Nuestro trabajo es establecer una investigación imparcial a partir de los informes policiales y las denuncias recibidas», afirmó Lanchipa, asegurando que se esclarecerán los hechos.

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