En medio de los bloqueos de carreteras que llevan 23 días, la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia (ANPB) denunció públicamente que los ataques a los periodistas provienen de grupos vinculados al Movimiento al Socialismo (MAS). En su pronunciamiento, la ANPB señaló al expresidente Evo Morales y a sus exministros Juan Ramón Quintana, Jorge Pérez y Carlos Romero, acusándolos de instruir una arremetida violenta contra los periodistas durante las protestas.

El comunicado afirma que los ataques no son aislados, sino parte de un plan organizado y orquestado por los mencionados líderes, quienes, según la ANPB, han lanzado falsas acusaciones e insultos contra los medios de comunicación. “La extrema violencia y la similitud de las agresiones muestran que este accionar forma parte de un plan claramente instruido desde el propio Evo Morales, Juan Ramón Quintana, Jorge Pérez, Carlos Romero y otros”, detallaron.

Entre los incidentes reportados, la ANPB destacó el caso de la radio Colonial Totora, en Cochabamba, que suspendió sus emisiones debido a las amenazas y el hostigamiento hacia su personal. Pedro Veizaga, director de la emisora y miembro de la Red Erbol, relató que fue agredido durante una cobertura de los bloqueos: «Me empujaron, me arrojaron con piedras, me amenazaron con hacer volar la radio con dinamita», comentó Veizaga.

La violencia se extendió a varios periodistas en distintos puntos del país. El 26 de octubre, un bloqueador intentó asfixiar al periodista Jurgen Guzmán, de la Red Unitel, en Melga, mientras que el 29 de octubre, un periodista de Unitel, Josué Chubé, fue gravemente herido y amenazado de muerte. En un caso más, los periodistas Romer Castedo y Ricardo Pedraza, de Red Uno, fueron detenidos como rehenes, golpeados, rociados con gasolina y amenazados con ser quemados vivos.

La ANPB también mencionó el caso de Parotani, donde cinco periodistas y un fotógrafo tuvieron que refugiarse de los bloqueadores que amenazaban con quemarles las cámaras. Jorge Ábrego, fotoperiodista, sufrió un colapso por los impactos de los dinamitazos.

Desde el inicio de los bloqueos, la ANPB ha registrado 25 agresiones, amenazas y secuestros a periodistas, todos siguiendo un patrón similar. En respuesta, la asociación ha solicitado al Estado activar los mecanismos de protección para salvaguardar la integridad de los trabajadores de la prensa.