Ante la persistente escasez de combustible que afecta a Bolivia desde el 9 de mayo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que cinco buques con carburantes no han podido descargar en el puerto chileno de Arica debido al fuerte oleaje. “Las olas llegaron a una altura de hasta 2,6 metros”, explicó Jhonny Chuquimia, gerente sectorial de Transporte de Oleoductos, quien detalló que las condiciones óptimas requieren un oleaje menor a un metro para realizar las operaciones de desembarque.

Los buques transportan en total 72 millones de litros de gasolina y 60 millones de litros de diésel, es decir, 132 millones de litros. Según Chuquimia, el puerto de Sica Sica permanece cerrado por seguridad marina, aunque se espera que las condiciones mejoren alrededor del 28 o 29 de mayo para iniciar la descarga. Esta operación tomará entre 28 y 35 horas por cada nave, lo que podría permitir reabastecer parte del mercado interno.

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Mientras tanto, la escasez genera extensas filas de vehículos en varias regiones y ha derivado en la protesta de los transportistas de cisternas en Santa Cruz, que desde el 21 de mayo mantienen una vigilia exigiendo ajustes al precio de los fletes. La paralización en la importación también agrava la situación en surtidores de todo el país.