El Movimiento Al Socialismo (MAS) conmemora este 18 de diciembre sus 19 años en el poder, pero la celebración está marcada por una profunda división interna. El partido, liderado por Luis Arce en un sector y Evo Morales en otro, se encuentra fracturado en dos facciones que celebrarán el mismo evento en diferentes lugares: los «arcistas» en La Paz y los «evistas» en Chimoré, Cochabamba. A pesar de la división, ambos bloques destacan la importancia del MAS en la historia política de Bolivia.

Grover García, presidente del MAS reconocido por el Tribunal Supremo Electoral, convocó a los militantes del partido a un evento en La Paz, donde destacó la necesidad de una renovación dentro de la organización. En su discurso, García subrayó la importancia de la juventud y nuevos líderes para enfrentar los desafíos del país. En contraste, la facción evista, encabezada por Morales, se reunirá en Chimoré, donde se reafirmará su compromiso con el «proceso de cambio».

La fractura dentro del MAS se profundizó tras la designación de García como presidente, una decisión rechazada por los seguidores de Morales, quienes siguen reconociendo a este como el líder del partido. Las recientes acusaciones legales contra Morales, incluida una imputación por trata de personas, han alimentado aún más las tensiones internas, que algunos sectores califican de persecución política.